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lunes, 20 de enero de 2014

Eros insólito




―entonces, ¿es que no puede hallarse placer en lo que conocemos? ¿Sólo lo desconocido es erótico?

―es preciso que, al menos, rompa con la costumbre. Un placer usual pierde por eso mismo su calidad artística. Sólo vale la pena lo que no es trivial, lo excepcional, lo inusitado, lo que «nunca se verá dos veces». Al final, lo único verdaderamente erótico es lo insólito.

―pero, si el erotismo necesita lo extraordinario, lo inédito, sus propios progresos lo ponen en peligro. Llegará un día en que todas las fórmulas hayan sido empleadas.

―hasta puede decir, querida amiga, que desde hace mucho tiempo no se inventa nada nuevo. Lo cual no impide que sus temores sean vanos, porque el erotismo no es un legado, sino una aventura personal. Es verdad que debemos alegrarnos de que la sociedad actual nos oculte las recetas, de modo que, al placer de aplicarlas, se sume el de habérselas robado. Pero quedémonos tranquilos: el erotismo siempre conservará su valor de conquista individual, aun en una sociedad que se haya liberado de sus tabúes sexuales. La divulgación de las leyes de la métrica y la rima no impide que el poeta verdadero descubra por sí mismo el secreto de la poesía.

(Emmanuelle Arsan, Emmanuelle)


ronronea: levina

lunes, 13 de enero de 2014

el juego del profeta




la raza humana, a la que tantos de mis lectores pertenecen, se ha dedicado a juegos infantiles desde el principio, y es probable que siga haciéndolo hasta el fin, lo cual es un fastidio para las pocas personas que alcanzan la madurez. Y uno de los juegos que más le divierten se llama «No desveles el futuro», y también (entre los campesinos de Shropshire, sin duda) «Estafa al Profeta». Los jugadores escuchan con atención y respeto todo cuanto predicen los hombres inteligentes para la próxima generación. Después esperan a que todos los hombres inteligentes se hayan muerto y los entierren como es debido. Y entonces van y hacen otra cosa. Esto es todo. Sin embargo, para una raza de gustos sencillos es una gran diversión.

porque los seres humanos, al ser niños, tienen la testarudez y la reserva infantiles, y nunca, desde que el mundo es mundo, han hecho aquello que los sabios consideraban inevitable. Se dice que apedrearon a los falsos profetas; pero podrían haber apedreado a los profetas verdaderos con un placer mayor y más vindicativo. Individualmente, los hombres pueden presentar un aspecto más o menos racional, comiendo, durmiendo o conspirando. Pero la humanidad en su conjunto es veleidosa , mística, inconstante y encantadora.

(G.K. Chesterton, El Napoleón de Notting Hill, 1904)


ronronea: levina

martes, 31 de diciembre de 2013

el reloj de la Puerta del Sol




si alguien no conoce el reloj de la Puerta del Sol es que es noruego. Ahí colocado, en el kilómetro cero del país, con su péndulo de 3 metros y con su bola bajando en el comienzo de cada día. Dando las horas, imperecedero, desde hace más de ciento cuarenta años.

el 6 de noviembre de 1866 su creador, el relojero leonés José Rodríguez Losada, comenzó a montarlo ante el pasmo general de la concurrencia madrileña. Era muy grande, muy bonito y había venido directo de Londres.

y llegó de Londres porque el relojero Losada, un liberal exiliado, lo construyó allí para luego regalarlo a la reina Isabel II y al pueblo de Madrid. Se decidió colocarlo en la sede del Ministerio de la Gobernación, lo cual dio lugar a bastantes chuflas, porque al principio el reloj no funcionaba con demasiada precisión y enseguida le sacaron coplillas. Ésta tiene guasa:
Ese reló tan fatal
que hay en la Puerta del Sol,
dijo un turco a un español,
¿por qué funciona tan mal?
Y el turco con desparpajo
contestó cual perro viejo:
este reló es el espejo,
del gobierno que hay debajo.

dicen los expertos que la maquinaria es una maravilla. Cualquiera de sus piezas se puede cambiar sin tener que desmontar el reloj, y tiene sonería, no sólo de horas, sino de cuartos, lo cual es muy raro pero también muy divertido el día de Nochevieja. El reloj de la Puerta del Sol lleva sonando así casi siglo y medio, y todavía muchos se hacen un lío con los cuartos, las uvas y las campanadas.

es también uno de los más precisos del mundo, porque sólo se retrasa cuatro segundos al mes, y esto no lo pueden decir todos los relojes. Pero sepan una cosa: en Nochevieja, el reloj de la Puerta del Sol tiene truco. Todos los finales de año se manipula la maquinaria para que el ritmo de las doce campanadas sea más lento y dé tiempo a comerse las uvas, truco este que no se empleó en la Nochevieja de 1996 por un fallo de comunicación entre los técnicos, con lo cual media España acabó atragantada porque fue imposible comerse las uvas a tal velocidad. Es trampa, sí, pero una trampa bienintencionada.


(Nieves Concostrina, Menudas historias de la historia)

ronronea: big cat

domingo, 22 de diciembre de 2013

tengo amigos cuya sociedad me es en extremo agradable




tengo amigos cuya sociedad me es en extremo agradable. Son de todas las edades y de todos los países. Se han distinguido, a la vez, sobre el campo de batalla y en el silencio del gabinete, y han obtenido grandes honores por sus conocimientos de las ciencias. Es fácil llegar a ellos, porque siempre están a mi servicio y les admito a mi lado, o los despido cuando me place. Jamás son importunos, y responden a todas mis preguntas inmediatamente. Algunos me refieren los hechos de otros tiempos; otros me revelan los secretos de la naturaleza. Éstos me enseñan a vivir, aquéllos a morir. Unos, con su jovialidad, destierran mis cuidados, alegran mi espíritu; otros, me dan la fuerza del alma y me enseñan la importante lección de no contar sino conmigo mismo. Rápidamente me abren los variados senderos de todas las artes y de todas las ciencias, y puedo fiarme de sus informes tranquilamente en todas circunstancias. A cambio de todos estos servicios, solamente me exigen que les preste una habitación conveniente en un rincón de mi modesta morada, en donde puedan descansar en paz, porque a estos amigos seduce más la paz de un tranquilo retiro que los ruidos del mundo.

(Petrarca)


ronronea: claudia

martes, 22 de octubre de 2013

la última barraca




la verbena era muy extensa y se internaba en el boscaje de la noche. Las últimas barracas estaban en el otro polo del ferial.

pocos llegaban a la última caseta con embocadura de gruta de los milagros y con una dama cubierta de antifaz que pregonaba las curiosidades interiores.

los que entraban por fin, veían a sus antiguas novias, pues aquella era la barraca mágica de las novias desaparecidas y olvidadas, dedicadas las pobrecillas a tan triste oficio, a tan postrera exhibición.


(Ramón Gómez de la Serna)

ronronea: naia

lunes, 30 de septiembre de 2013

la mariposa en la tormenta




la tormenta veraniega era espantosa. Hubo que cerrar los cristales. La luz se reflejaba en la ventana como en un aquarium, y entonces vi una mariposa pegada al cristal que subía y bajaba en vuelo de cosquillas.

la lluvia lo azotaba todo, pero la mariposa se defendía aún con el polvo impermeabilizado de sus alas.

me impresionaba aquel vuelo que era como un signo de urgencia, pero no me atrevía a abrir, cuando de pronto oí una voz, como la voz de la niña más pequeña de las niñas, que gritaba: «¡Abre!»

y abrí.


(Ramón Gómez de la Serna)

ronronea: naia

jueves, 19 de septiembre de 2013

bestiario conquense




EL DOCEJO tiene una sola ala y un solo ojo; su cabeza acaba en unos labios humanos en vez de pico; se alimenta de telas de araña y bebe sólo agua del Júcar, incluso la del Huécar le hace daño, conociéndose gran mortandad en esa hoz cuando se equivoca. En primavera y en verano anida bajo la toza de los pinos y, a últimos de otoño, emigra a las iglesias de la Manchuela, por Montilla, Campillo de Altobuey y Villanueva de la Jara.

si se presta atención, en algunas noches de agosto, se les puede descubrir con cierta sonrisa en su boca humana, escuchando a los contertulios de las hoces. A veces, baja hasta el parque de San Julián, donde hay conciertos, ya que es muy amante de la música; elige siempre el mismo tejado para escuchar, éste suele ser el del antiguo hotel Iberia. Allí permanece somnoliento hasta altas horas de la madrugada, lanzando grandes eructos para despertar a las gentes.

menos conocido es EL CABRICHOCHO, cordero de color azul de la familia del cabrón, cuya piel es muy buscada por los nigromantes conquenses para volar; de ahí proviene el famoso «pellejo mágico», aparato rústico volador que puede contemplarse la noche del 21 de septiembre, San Mateo, si es clara, sobrevolando las hoces y peregrinando por los cerros en busca de cedoria y galanga, para lograr el elixir que alarga la vida y retarda la vejez, según fórmula de Paracelso.

el Cabrichocho vive entre Majadas y la Ciudad Encantada, se alimenta de resina y mariposas sabias; es bisexual, andrógino-animal. Su debilidad es la serrana conquense, a la que persigue con ahínco y sin desmayo y por la que puede dejarse prender. Su deseo es tal que generación tras generación de Cabrichochos han aprendido un sonido lastimero simulando palabras humanas, que dice: «Ven, vida mía, ven.»

la trampa del brujo conquense es fácil: presentarle una doncella serrana desnuda, o una vieja sin refajo y maloliente; eso le despierta más el instinto; el Cabrichocho se deja prender y llora ya sin presentar lucha, hasta su degollamiento. Una vez despellejado, la piel debe secarse siete noches seguidas a la luz de la luna; en esas siete noches, los brujos de las hoces organizan grandes bacanales en los pinares de Sotos y Mariana.

(Raúl Torres, Cuenca mágica)

ronronea: naia

miércoles, 11 de septiembre de 2013

la calle de la Montera




ya muy mediado el afofado y pálido reinado de don Felipe III, viudo éste y ahilado en suspiros y preces, llegó a Madrid y abrió casa de lujo en las proximidades de la Red de San Luis, una hermosísima hembra salmantina, viuda tierna aún ―y en la flor de la tercera decena de la vida― del Montero Mayor de Espinosa de S.M. Con sus aires honestos y su belleza picante, a medio cubrir por lo alto y recoleta por lo bajo a lo suntuoso y con gala de joyas y encajes, con dueña de medio soplillo al retortero, solía aparecer en público muy provocativamente dispuesta. La ricahembra charra puso en conmoción a los más famosos galanes de la Corte, y rara era la noche que bajo sus balcones no se jugaba fuerte a espadas, teniendo que recoger de madrugada los alguaciles las bazas matadas en jugadas decisivas. Y rara la fecha en que los «Avisos de Corte» no recogían esta noticia: «Ayer mató el marqués de H., en desafío debajo de los balcones de la rica labradora, al oficial de Guardia Amarilla más dilecto del Rey. Esto no puede seguir así. El marqués se ha escondido, pero se le buscará hasta los infiernos para que sea sometido al tormento apropiado.»

la repechada subida a la Red de San Luis convirtióse durante algún tiempo en el infierno de los celos; y entre duelos y quebrantos que se bailaban galanes y corchetes inquisitoriales, transidos los aires de pesias y «daos presos», acorados en las murmuraciones de los comentarios, como en el coro de las tragedias griegas, los comerciantes y clientes, quienes se atrevían a dar pronósticos diarios del juego a espadas, como quien da los del tiempo que hará mañana, los poetas dramaturgos tuvieron temas para sus invenciones y los confesores de urgencia motivos para sus absoluciones «in extremis». Y lo mejor de la efeméride fue que no se sabe a ciencia cierta que ningún galán comanditara negocio matrimonial siquiera zurdo con la viuda.

mas como los tumultos se sucedían cada vez con mayor frecuencia y dramáticos desenlaces, la «vox populi» hubo de recurrir al Santo Tribunal de la Fe ―con la previa aquiescencia del Alcalde Mayor y de la Sala de Alcaldes― para que salieran del Convento de Santo Domingo cruces, pendones, hisopos, cánticos de la Santa Inquisición, con el espeluznante aviso: «Exurge, Domine, et judica causam tuam», estentoreado a cuatro voces y cada tres minutos de procesión parsimoniosa y sorda. Llegado el aparato bajo los balcones de la Montera, sonaron los clarines que demandaban silencio. Y aprovechándolo, un familiar del Santo Oficio leyó ahuecado un edicto cuajado de anatemas y excomuniones contra las personas de ambos sexos que «dieran ocasión a muertes violentas tras pretensiones lascivas.»

se comentó en Madrid que por ser la ricahembra parienta muy allegada de la señora duquesa de Lerma, y por sólo haberse dedicado a un encandilamiento general, sin llegar a un otorgamiento concreto, los ministros del Santo Oficio prefirieron enviarla una santa advertencia. Y la ricahembra, que de tonta no tenía un pelo, se dio por avisada y salió de estampía de la Villa y Corte, dejándola de imperecedero recuerdo un nombre ―la Montera― para una de sus calles más populares.

(Federico Carlos Sainz de Robles, Caprichos, fantasmas y otras anomalías)

ronronea: claudia

viernes, 28 de junio de 2013

apuntes de numismática




en Roma, el metal acuñado para auxiliar al comercio se llamaba pecunia, porque en las piezas representaban un buey o carnero (pecus) y moneta por fabricarse en el templo de Juno Moneta, para advertir (monere) no debía haber fraude en el peso ni en la materia. De moneta se deriva el nombre genérico de moneda, y dinero de denario, que era la más común de plata.

nadie ha llegado a los griegos en representar la belleza ideal; sus monedas son las más artísticas. Con los romanos de Emperadores y Emperatrices de los primeros siglos de la era cristiana, se pueden conocer las estatuas y bustos que de aquellos existen en los museos. Las fabricaban, según se ve en algunos reversos de las monedas, en un yunque, sirviéndose de troquel y martillo. Enrojecían al fuego el metal para los grandes bronces y medallones, porque en frío a golpe no podrían hacerlo. Era inmensa la riqueza de los romanos, cuando un numismático después de 18 siglos reunió 1.169 reversos diferentes de monedas de Adriano, que reinó 21 años. En 38 que ocupó el trono Isabel II, no llegó a 20. La clase de moneda que en mayor medida traerían los romanos a España, sería el mediano de bronce del Emperador Claudio.

por la moneda se conoce la cultura de los pueblos, y su riqueza. Las visigodas, que no se acuñaron sino de oro, son muy groseras. Durante los primeros tiempos de la reconquista, los cristianos no acuñaron oro, y la plata era de baja ley o vellón. Los Reyes Católicos mandaron fabricar el duro y la pieza de 20 excelentes, que pesa dos onzas de oro, y los Felipes III y IV y Carlos II, el tejo o cincuentón. Del centén, magnífica moneda que tiene 200 duros de oro, sólo quedan, que se sepa, una en el Museo Arqueológico y otra en Barcelona, ambas de Felipe IV.




los celtíberos fabricaron monedas de cobre y plata copiando el tipo de las griegas de Sicilia. Los romanos permitieron la acuñación de las de cobre en España, hasta que Calígula nos fastidió prohibiéndola porque en César Augusto (Zaragoza) habían hecho una medalla en honor de Agripa. Cuando el feroz Tiberio destruyó la familia de Seyano, mandó que borrasen el nombre del procónsul en las monedas de Bilbilis (Calatayud). Rara es la que escapó del decreto. Lo mismo hizo el pueblo español por odio a la dominación extranjera con las monedas de cobre de José Napoleón.

de Calígula a los godos no se fabricó moneda en España. Eran las de éstos tan artísticas que los bustos se parecen a las caras que chicos y soldados dibujan en las paredes. Los moros batieron de los tres metales. En Aragón comenzó a acuñar moneda Sancho Ramírez, en Castilla Alfonso VI, en el condado de Barcelona, ya independiente, Berenguer Ramón I, en Valencia y Mallorca Jaime I y en Navarra española Fernando el Católico. Con las monedas acuñadas en Italia y Países Bajos durante la dominación española se pueden formar magníficas colecciones, por la riqueza y belleza artística de las piezas.

para echarla de sabio basta aprender lo dicho y conocer las marcas de las cecas o casas de moneda; que por el bronce de la Emperatriz Tranquilina se pagan 2.000 pesetas; que los del Emperador Otón son falsos, porque el Senado romano encargado de la acuñación de la moneda de cobre no lo reconoció como tal; que de los duros el de Carlos I, fabricado en España, y el de Luis I son los más apreciados; que la peseta más rara es la del pretendiente don Carlos batida en Segovia en 1837, y que la pieza de oro de 20 duros de D. Amadeo no circuló.

(Ropavejeros, anticuarios y coleccionistas, por un soldado viejo natural de Borja, Madrid, 1890)


y algunas curiosidades:
las 25 monedas más raras del mundo (jacovox.com)
las monedas áureas más caras, desde los Reyes Católicos al Gobierno Provisional (numismático digital)
¿cuál es el origen de la expresión «pagar a tocateja»? (ya está el listo que todo lo sabe)

ronronea: claudia

jueves, 27 de junio de 2013

la siguiente revolución




son las llamadas clases altas (aristocracia) las capas de formación más arcaica, como vendría a demostrarlo la naturaleza de los fósiles que se encuentran en ellas. En el vasto período primario de la formación social, la sociedad es el producto de unos cuantos elegidos (guerreros, sacerdotes, nobles), bajo los cuales el fondo de humanidad subyacente no es sino una masa amorfa e inorgánica, o mejor dicho, una masa formada y organizada rudimentariamente y agregada en cierta relación de sumisión y dependencia, como un apéndice dócil, a la sociedad de los primeros.

por muchos siglos, la historia social se ha limitado a la historia de los príncipes y los nobles, apenas interrumpida por la alusión a algún movimiento de elaboración orgánica que se sentía «allá abajo». Esta situación de cosas ha perdurado hasta el umbral mismo del siglo concluido.

un tercer estado se había dado ya a conocer, y en principio el primero y el segundo le reconocían. Designábase con aquella palabra al pueblo entero, como clase social. «¿Qué es el tercer estado? ―preguntábase Sieyès en su opúsculo famoso. ―Todo. ―¿Qué ha venido siendo hasta ahora? ―Nada. ―¿Cuáles son sus aspiraciones? ―Llegar a algo.» Todo el mundo sabe lo que ocurrió luego: la Revolución francesa, levantamiento convulsivo, volcánico, de un nuevo estrato social, la clase media, el tercer estado (la burguesía)que se incorpora y sobrepone en el organismo político social.

sin duda la Revolución creyó agotar, con el levantamiento del tercer estado, el fondo de la humanidad subyacente. Siempre ha sido pretensión de las revoluciones atribuirse tales cataclismos, que remueven ―hasta lo más hondo― todo el planeta; cuando en realidad, escribe un autor (Giner), apenas hacen otra cosa que arañar su corteza. Así, el tercer estado, al que Sieyès y sus contemporáneos concebían como todo el resto de los hombres, cuyos derechos habían proclamado, después de la Revolución se segmenta, y mientras una de sus partes se agrega, con el nombre de clase media, al organismo social y le gobierna, otra, con el nombre de clase o clases bajas, quedaba en la situación de que salía la primera.

los que cuando la Revolución vieron elevada su vida fueron, como siempre, los más aptos, los mejor dispuestos para poseer y gozar su nueva condición, en virtud de todos los ejercicios de lucha y de deseo por la misma, personalmente realizados y organizados en ellos por acumulación hereditaria. En tanto, los no dispuestos debían realizar su propia educación para llegar a ello.

más he aquí que, con un siglo escaso de intervalo, se prepara en nuestros días un acontecimiento análogo al que representa la Revolución francesa. El cuarto estado se organiza a nuestra vista en ese movimiento a que llamamos movimiento obrero, del cual la idea complicada que se expresa en la palabra socialismo parece ser la impulsión más fuerte; y es fácil profetizar que en la lucha que tiene entablada con la burguesía, acabará venciendo, como ésta venció a su vez contra el antiguo régimen.


la serie de los estratos sociales no se detiene aquí, sin embargo. El cuarto estado se segmenta y fracciona, como se segmentó el tercero, y deja abandonada una masa de la cual se cree disgregado. He aquí el quinto. Quizá este nombre se creó por primera vez cuando en Norte América se vio cruzar desde el Pacífico al Atlántico, desde San Francisco a Washington, el ejército del hambre, la multitud de pordioseros y gente desarrapada que con este acto de protesta exhibicionista vino a turbar la satisfacción de los partidos obreros gubernamentales, haciéndoles ver que más allá del horizonte en sus miras hay una masa humana que aguarda, colocada fuera de la ley y la comunidad social, la hora en que se acuerden de ella.

(Bernaldo de Quirós y Llanas Aguilaniedo, La mala vida en Madrid, 1901)

ronronea: levina

viernes, 14 de junio de 2013

caravana de libros




el gran visir de Persia Abdul Kassem Ismael era un lector apasionado, que no podía pasar mucho tiempo sin un libro interesante entre las manos. Como se aburría muchísimo en sus interminables viajes oficiales por las provincias apartadas, anhelaba sus libros, que podían ofrecerle, a su antojo, distracción o emociones. Un día se le ocurrió la idea de llevar simplemente consigo su valiosa colección: 117.000 volúmenes, bien empacados y siempre a mano, distribuidos en cuatrocientos camellos que avanzaban en orden alfabético. La extraña caravana de libros se puso en marcha para alegría del gran visir. Dondequiera que estuviese, se sentía como en casa. Las aburridas misiones en zonas desérticas e inhóspitas empezaron a parecerle entonces entretenidas y edificantes. Pero los rastros de esa espléndida biblioteca se perdieron en la arena del tiempo.

(Alexander Pechmann, La biblioteca de los libros perdidos, 2011)


ronronea: claudia

martes, 11 de junio de 2013

el Rastro y sus personajes




se llama el Rastro de Madrid, al mercado de chismes viejos, nuevos, alhajas y basura. Tiene el nombre del edificio construido para matadero de cerdos. Ya era famoso en el siglo XVII, y en él se vendía de todo.

es el Rastro paraíso de cazadores de gangas, de pescadores en seco, de aficionados a las artes nobles o villanas, de cesantes, de licenciados del ejército que no vuelven a empuñar la azada, de ex-presidiarios incorregibles, de cursis que buscan los desechos de la moda, de tenderos quebrados, de inocentes que se hacen la ilusión de comprar barato lo nuevo que procede de comercios en liquidación, y sobre todo, es el vivero o plantel de los ropavejeros de la corte de las Españas. También es el centro de contratación de lo que poco o casi nada vale.

en el Rastro se reúnen los esplendores de la fortuna que ha venido a menos y los restos asquerosos de la miseria. Lo que ha destruido el lujo y vicios de los magnates, y la necedad de la clase media que se empeña en imitarles, consiguiendo caer en la pobreza. El montón se dispersa, sirve a la necesidad, toman nueva forma los objetos, llegan algunos a adornar palacios y museos, vuelven a donde salieron o desaparecen como todo en polvo y humo.

los prenderos del Rastro y de todas partes, cuando ignoran el valor de los objetos, quieren atrocidades por ellos. Si el marchante se ríe y no ofrece, al que después se presenta le piden la mitad, y van bajando, hasta darlo por poca ganancia. Para comprarles se les propone lo justo, y nunca aceptan; se les envía a varias personas que disminuyan la cantidad ofrecida, y lo venden al que hizo la primera proposición.

si se desea que conserven mucho tiempo lo que ellos creen una preciosidad, se les ofrece cantidades exageradas, y jamás le cogen a uno la palabra. A esto llaman en lenguaje chamarilero vincular los objetos.

cuando acuerdan varios aficionados fastidiar a algún ropavejero que se la echa de sabio, elogian la obra de arte que posee, aseguran que es original, que vale miles, y ninguno la compra. De igual procedimiento se sirven los que buscan antigüedades por los pueblos, si se persuaden que ellos no las han de adquirir. Las ponderan mucho y consiguen que otros del oficio no puedan tomarlas.

para enriquecerse no hay como proveer o administrar a los que tienen poco o nada. Díganlo los contratistas de los ejércitos en campaña, hospitales, presidios y casas de beneficencia.

comerciando con géneros de escaso valor se dobla el capital. Los del Rastro compran los mendrugos de pan a 5 céntimos la libra y los venden a 15 a los pobres que ocultan su miseria, o para hacer rosquillas que después saborean con placer los chicos y los grandes.

entre los comercios notables del Rastro figuran el de suelas de zapatos viejos, que sirven para hacer botas nuevas, y el de colillas de cigarros que recogen en las calles y cafés. Hay fumador que habrá chupado cien veces el mismo tabaco.

los domingos se ven en el suelo montones de porquerías, y anuncian su venta dando voces: ―Cositas, cositas a 5 céntimos. Un gallego eligió una de hueso hueco, metió el cigarrillo, chupó y quedó tan contento de comprar por un perro chico una boquilla. Era el pitón de una jeringa. ¿Cuántos habrán encontrado en el Rastro gangas por el estilo?

(Ropavejeros, anticuarios y coleccionistas, por un soldado viejo natural de Borja, Madrid, 1890)


ronronea: claudia

miércoles, 29 de mayo de 2013

el arte de la imprenta en Venecia




durante el siglo XV chocaron dramáticamente el floreciente comercio tecnológico de tipos e impresores con las ruidosas exigencias de editores y público lector. Hacia 1476, apenas veinte años después de Gutenberg, ya se imprimían libros y panfletos en Oxford, Amberes, Estrasburgo, Lübeck, Rostock, Nuremberg, Ginebra, Lyon, Toulouse, Milán, Roma, Nápoles y otras cuarenta ciudades europeas. Incluso los conocimientos arcanos viajaban a gran velocidad: todos los tribunales y universidades querían conseguir no solo las últimas publicaciones, sino los medios para publicar. Con el nacimiento de matrices, moldes y tipos nacía un nuevo bien mercantil, cuyo principal centro productivo era Venecia.

en Venecia, más de cincuenta impresores competían por atraer la atención de los mercaderes. Uno de los argumentos de venta más sólidos era la claridad. Así, los hermanos alemanes Da Spira crearon un tipo veneciano en la ciudad de los canales sobre 1460: se trataba de un tipo de letra ágil y limpio, fácilmente legible incluso para el lector actual, que rompía diametralmente con las pesadas letras góticas de Gutenberg, Schöffer y Fust. La vista, en efecto, se desliza sobre el texto más que avanzar a trompicones; puede considerarse, por tanto, la primera fuente impresa verdaderamente moderna. La década siguiente, un copista veneciano hizo públicos sus temores a quedarse sin trabajo quejándose de que su ciudad «rebosaba libros». La cosa no haría sino empeorar, pues para finales de siglo había ya 150 imprentas que producían más de 4.000 títulos distintos, dos veces más que las imprentas de París, ciudad rival de la italiana.




no todas las nuevas imprentas eran rentables y la calidad de sus productos variaba notablemente. Se trató, en cualquier caso, de una especie de Fiebre de Oro de la época sobre la que no pesaba restricción alguna. Erasmo incluso observó que llegó un momento que era más fácil hacerse impresor que panadero.

el mayor gasto era el de la producción de los tipos de metal, que ya se había convertido en una mercancía codiciada allende las fronteras. En Venecia seguía refinando estilos Nicolas Jenson, un francés que se había instalado en Maguncia en 1458. Allí aprendió probablemente las técnicas de Gutenberg, aunque huyó de los elementos más impenetrables del estilo gótico. El clásico estilo veneciano de Jenson, fuerte y majestuoso, con contundentes gracias que recuerdan al estilo egipcio, no hizo sino allanar el camino para la gran revolución moderna que estaba por llegar.




quince años después de la muerte de Jenson, el trabajo de éste fue pulido y «aligerado» por Aldo Manucio, quien creó la primera bastardilla y al que se atribuye la invención del punto y coma. Como editor y humanista, puso la primera piedra de la industria editorial moderna con sus fácilmente transportables ediciones de bolsillo de clásicos literarios y filosóficos griegos y latinos, los textos antiguos que iluminaron el alto Renacimiento italiano.

muchos de los tipos utilizados en dichas ediciones fueron tallados por el herrero Francesco Griffo. Fue éste quien creó el ancestro de la Bembo (fuente diseñada para componer una breve reseña sobre el ascenso al monte Etna de un cardenal veneciano así apellidado) e introdujo el uso de la cursiva no como forma de resaltar el texto sino de ahorrar espacio en la composición de libros enteros.




no todo el mundo aprobaba estos nuevos tipos ni el uso que se les daba. Entre el puente de Rialto y la plaza de San Marcos el paseante tenía la oportunidad de acceder a un mundo de conocimientos nunca antes imaginado. A las asequibles obras griegas y latinas se sumaron textos locales o publicados en Roma en los que se debatían conceptos intelectuales y eróticos. Los best sellers no eran ya las obras religiosas, sino sus opuestas: los textos más lujuriosos de Virgilio y Ovidio. Hasta quienes habían abogado por la difusión impresa del saber se quejaban del atontamiento social: Hieronimo Squarciafico, colaborador de Manucio, temió que «la abundancia de libros hiciese al hombre menos estudioso» e imaginaba un escenario en los Campos Elíseos desde el que los grandes autores deploraban que «la imprenta hubiera caído en las manos de los hombres iletrados, que corrompían casi toda cosa». Especialmente preocupantes se consideraban las abreviaciones de las obras y la accesibilidad a los textos históricos. La sabiduría cayó en manos de aquellos que antes la consideraban fuera de su alcance.

(Simon Garfield, Es mi tipo)

post relacionados:
el libro más bello del mundo
un paseo por la Venecia de Manuzio

y una preciosa galería:
Aldus Pius Manutius (corradobonora.photoshelter.com)

ronronea: claudia



martes, 28 de mayo de 2013

el libro más bello del mundo




a lo largo de los siglos, cuando se pregunta cuál es el libro más bello del mundo ―aunque, por supuesto, la contestación es altamente subjetiva, parecida a la de, ¿cuál es la mujer más hermosa? o ¿cuál es el edificio más elegante?― parece que hay cierto consenso entre la mayoría de los libreros que la obra que elegirían como candidata a esta distinción es un libro con un título casi impronunciable, publicado en Venecia en 1499 por el que muchos consideran el mayor impresor de todos los tiempos, Aldus Manutius, o en castellano, Aldo Manucio.

el libro de llama Hypnerotomachia poliphili. La calidad del libro como object d’art lo ha elevado a ser la joya de la corona de cualquier coleccionista de incunables, un libro apto para hojear con admiración por el sibarita conocedor de la bella tipografía y las artes gráficas.

aparte de que sea considerada la gran obra maestra de la bibliofilia del Renacimiento, con sus 174 ilustraciones xilógrafas, la Hypnerotomachia poliphili siempre ha estado envuelta en un aura de misterio. Ha figurado como punto central en un cortometraje ruso y ha merecido menciones en libros de Umberto Eco y Pérez-Reverte. Sus misterios constituyen la trama central de una reciente (2004) novela titulada El enigma del cuadro de Ian Caldwell.

El sueño de Polífilo, como se llama en su versión española (la traducción correcta de su título en latín sería más parecida a «La contienda de amor en un sueño de Polífilo») constituye una alegoría misteriosa y rebuscada en la que Polífilo persigue a su amor Polia a través de un paisaje onírico hasta que finalmente se reconcilia con ella a la vera la Fuente de Venus. El libro fue uno de los romances más populares del siglo XV.

puesto que la obra no tiene portada, según la costumbre de aquellos tiempos, su autor anónimo ideó una manera ingeniosa de darse a conocer. Estructuró los capítulos de tal manera que las letras decorativas iniciales de cada capítulo formasen la frase, «Poliam frater Franciscvs Colvmna peramavit» o «El hermano Francisco Columna amó apasionadamente a Polia». Sea como fuere, hay algunos estudiosos que a pesar de ello atribuyen el libro a otros autores. La identidad de quién fuese el responsable de los grabados intercalados en el texto es todavía más incierta.

en cuanto al texto del libro, está redactado de una mezcla peculiar de dialecto veneciano, latín, griego, árabe, hebreo y jeroglíficos semi-egipcios basados en raíces latinas y griegas, sin explicación alguna. Contribuyendo todavía más al casi impenetrable texto de la obra, Columna (a veces escrito Colonna) inventó palabras nuevas, ninguna de las cuales se pueden encontrar en diccionario alguno.

aunque la obra es casi impenetrable debido quizás a su aura enigmática, ha sido codiciada desde su publicación como uno de los más bellos incunables jamás impresos. La tipografía gótica tiene fama por su calidad y claridad y es considerada una de las mejores muestras de impresión en letra cursiva, un tipo que fue empleado únicamente por la casa de Aldus en Venecia.





otro gran atractivo del Sueño de Polífilo son sus exquisitas ilustraciones grabadas en madera que representan los escenarios sobre los que el texto se extasía y muestran algunas de las personas que Polífilo encuentra en las aventuras que le suceden en su sueño. Hay pocas secciones del libro que no tengan un tinte erótico. En cada oportunidad Columna se entrega a una exposición de detalles que casi parecen fetichistas cuando se aplican a la indumentaria o al calzado de las personas tratadas, pero las descripciones son menos obsesivas cuando se trata de una fuente historiada o de un obelisco emblemático. El erotismo polimorfo es lo que infunde a la Hypnerotomachia poliphili su intensidad y su atmósfera, ya que Polífilo está colmado de anhelos de contemplar, de saborear y de consumir.

a pesar de la aparente imposibilidad de llegar a una traducción fidedigna del Sueño de Polífilo, se ha seguido intentando en varias ocasiones. El esfuerzo más reciente ha sido realizado de la mano de una erudita norteamericana, Joscelyn Godwin, que publicó una traducción al inglés en 1999. También existe una traducción literal y directa al castellano hecha por Pilar Pedraza, publicada en Murcia en 1981. Sin embargo, en la Introducción de su versión, Godwin confiesa que es tristemente cierto que hay un aspecto del libro que no puede sobrevivir a la traducción: el lenguaje resulta tan extraño e idiosincrásico que verdaderamente no existe nada que se le parezca en la literatura.

(Peter Besas,
La cripta de los libros)

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un paseo por la Venecia de Manuzio

ronronea: claudia

lunes, 20 de mayo de 2013

los libros y la memoria




se habla de la desaparición del libro; yo creo que es imposible. Se dirá qué diferencia puede haber entre un libro y un periódico o un disco. La diferencia es que un periódico se lee para el olvido, un disco se oye asimismo para el olvido, es algo mecánico y por lo tanto frívolo. Un libro se lee para la memoria.

«El libro», Borges oral,
Barcelona, Bruguera, 1983, págs. 24-25


me parece absolutamente aplicable a los actuales e-books. En ellos los libros se convierten en archivos que flotan en un espacio indeterminado, materializándose sólo cuando se abren en los dispositivos de los usuarios, como visiones fantasmales y esporádicas de texto, sin un cuerpo físico propio.

los e-books no son libros, sólo objetos mecánicos con palabras almacenadas, que dejan de existir cuando se apaga el dispositivo.
Un Fahrenheit 451 en el que la memoria la ponen las máquinas, máquinas sin consciencia y con una corta esperanza de vida


ronronea: claudia

sábado, 16 de febrero de 2013

la ideología y la risa



en una entrevista aparecida en la revista Actuel (abril, 1972) preguntaron a Saul Alinsky: «¿Ha sido usted seducido alguna vez por una ideología?» A lo que Alinsky contestó: «No, he ido siempre a tientas, siempre buscando. En los años treinta acudíamos al socialismo que debía traer infaliblemente el paraíso en la tierra, pero yo tenía demasiado sentido del humor para aceptar esquemas dogmáticos. La ideología y la risa no hacen buenas migas, y mis amigos comunistas no reían jamás. Para adherirse a una ideología hace falta creer profundamente en una verdad primera que yo no poseo. Para mí la verdad es relativa. ¿Con tales principios cómo diantres podría adoptar una ideología? Cuando se está firmemente convencido de que el poder pertenece al pueblo se organiza a la gente para luego ser ellos quienes lo ejerzan. Esa es su ideología. ¡Hay que dejar ir a la gente donde ella quiera!»

ronronea: levina

jueves, 12 de julio de 2012

receta para la felicidad



piensa en lo que tienes y no en lo que te falta. De las cosas que tienes, escoge las mejores y después medita cuán afanosamente las hubieras buscado si no las tuvieras.

(Marco Aurelio)



ronronea: naia

miércoles, 23 de mayo de 2012

lo mataría



―Si alguien quisiera matarme con un cuchillo, ¿qué harías?
―Lo mataría con mi pistola.
―Si alguien me violase por delante y por detrás y me obligara a tragármelo todo, ¿qué harías?
―Lo mataría con mi pistola.
―Si alguien me hiciese muchísimo daño, tanto que ni en mil años fuera capaz de olvidarlo, ¿qué harías?
―Lo mataría con mi pistola.

(Ray Loriga, Caídos del cielo)



ronronea: levina

martes, 8 de mayo de 2012

los límites del humor



imagínese la siguiente escena: Una fiesta de etiqueta, muy solemne y elegante, se celebra en un fastuoso salón. La orquesta toca música suave, y los invitados bailan lenta y correctamente. De pronto, se ve a un señor en una galería que domina el salón, mirando ceñudamente hacia abajo. Es una figura rechoncha, ostentosa, que emite expresiones de desagrado, desdén y cierta tenebrosa dignidad un poco exagerada. La música se desvanece hasta convertirse en silencio. Las parejas dejan de bailar.

el caballero comienza a descender arrogantemente por la bella escalinata curva. En el primer peldaño resbala y cae sentado. Se escucha alguna que otra risita, que pronto es reprimida. Sigue cayendo, tun..tun.. Más risas apagadas; está ejecutando uno de los más cómicos e inéditos descensos. Da una cabriola, resbala contra la pared en el descansillo y sigue su caída. La gente se desternilla de risa. Al llegar al final de la escalera ―mientras el público ríe a mandíbula batiente― queda extendido, cuan largo es, sobre el brillante suelo. Está muerto.

cuando logre establecer en qué peldaño de la escalera el asunto dejó de ser chistoso, sabrá usted lo que es el humor.

(John Keasler)

ronronea: levina

viernes, 15 de julio de 2011

carta sobre los revinientes



el autor de esta carta es «un hombre sumamente honesto e instruido en lo concerniente a los revinientes». La recoge el padre Calmet en el segundo tomo de su famoso Traité sur les apparitions des esprits, et sur les vampires, ou les revenans de Hongrie, de Moravie, &c. (París, chez Debure, 1746), maravillosamente traducido y editado en España en el año 2009 por Reino de Cordelia, con el título Tratado sobre los Vampiros.

desea usted, querido primo, ser informado exactamente de lo que sucede en Hungría en el asunto de los revinientes, que causan la muerte a muchas gentes en aquellas regiones. Puedo hablarle con conocimiento de causa: pues he pasado varios años en aquellos lugares, y soy por naturaleza curioso. He oído en mi vida contar una infinidad de historias, o pretendidamente tales, relativas a espíritus y sortilegios; pero de mil de ellas apenas si he concedido fe a una sola; pues no se puede ser nunca demasiado circunspecto en esta materia sin correr riesgo de que lo engañen a uno. Sin embargo, hay hechos tan comprobados que uno no puede evitar el creerlos. En cuanto a los revinientes de Hungría, he aquí como suceden las cosas. Una persona se encuentra padeciendo de languidez, pierde el apetito, adelgaza a ojos vista, y al cabo de ocho o diez días, quince algunas veces, muere sin tener fiebre ni presentar ningún otro síntoma más que la delgadez y la consunción.

se dice en ese país que es un reviniente que lo persigue y le chupa la sangre. La mayoría de los que son atacados de la enfermedad creen ver un espectro blanco, que los sigue por todas partes como si fuese su sombra. Cuando estábamos de cuartel entre los valacos, en el banato de Temeswar, dos caballeros de la compañía en la que yo era portaestandarte murieron de esta enfermedad, y varios otros que la habían contraído también hubiesen muerto de la misma manera si un cabo de nuestra compañia no hubiese atajado la enfermedad, utilizando el remedio que los habitantes del lugar emplean en un caso semejante. Es de los más particulares, y aunque infalible, no lo he leído nunca en ningún ritual. Helo aquí.

se escoge a un muchacho de edad que no haya hecho todavía uso de su cuerpo, es decir, que sea virgen. Se le monta desnudo sobre un caballo que no haya nunca flaqueado, caballo que tiene que ser además completamente negro; y se le hace pasear por el cementerio, y pasar por encima de todas las fosas; aquélla sobre la que el animal rehúse pasar, por más golpes que se le aticen, se considera que está ocupada por un vampiro; se abre la fosa, y allí encuentran un cadáver tan grueso y tan hermoso como si fuese un hombre feliz y tranquilamente dormido; se le corta de un golpe de laya el cuello al cadáver, del que sale en cantidad una sangre bermeja de las de mejor aspecto. Se juraría que se ha degollado a un hombre enteramente sano y vivo. Hecho esto, se vuelve a tapar la fosa, y se puede contar con el cese de la enfermedad, y con que todos los que estaban atacados de ella vayan recuperando sus fuerzas poco a poco, como gentes que escapan de una larga enfermedad, que por mucho tiempo los ha extenuado. Es lo que sucedió a nuestros caballeros atacados de ella. Yo era por entonces comandante de la compañía, al estar ausentes el capitán y el teniente; me molestó mucho que el cabo hubiese hecho la experiencia sin contar conmigo. A duras penas conseguí controlarme y no regalarle con una tunda de bastonazos, mercancía que se da a bajo precio en las tropas del emperador.

ronronea: levina