viernes, 15 de julio de 2011

carta sobre los revinientes



el autor de esta carta es «un hombre sumamente honesto e instruido en lo concerniente a los revinientes». La recoge el padre Calmet en el segundo tomo de su famoso Traité sur les apparitions des esprits, et sur les vampires, ou les revenans de Hongrie, de Moravie, &c. (París, chez Debure, 1746), maravillosamente traducido y editado en España en el año 2009 por Reino de Cordelia, con el título Tratado sobre los Vampiros.

desea usted, querido primo, ser informado exactamente de lo que sucede en Hungría en el asunto de los revinientes, que causan la muerte a muchas gentes en aquellas regiones. Puedo hablarle con conocimiento de causa: pues he pasado varios años en aquellos lugares, y soy por naturaleza curioso. He oído en mi vida contar una infinidad de historias, o pretendidamente tales, relativas a espíritus y sortilegios; pero de mil de ellas apenas si he concedido fe a una sola; pues no se puede ser nunca demasiado circunspecto en esta materia sin correr riesgo de que lo engañen a uno. Sin embargo, hay hechos tan comprobados que uno no puede evitar el creerlos. En cuanto a los revinientes de Hungría, he aquí como suceden las cosas. Una persona se encuentra padeciendo de languidez, pierde el apetito, adelgaza a ojos vista, y al cabo de ocho o diez días, quince algunas veces, muere sin tener fiebre ni presentar ningún otro síntoma más que la delgadez y la consunción.

se dice en ese país que es un reviniente que lo persigue y le chupa la sangre. La mayoría de los que son atacados de la enfermedad creen ver un espectro blanco, que los sigue por todas partes como si fuese su sombra. Cuando estábamos de cuartel entre los valacos, en el banato de Temeswar, dos caballeros de la compañía en la que yo era portaestandarte murieron de esta enfermedad, y varios otros que la habían contraído también hubiesen muerto de la misma manera si un cabo de nuestra compañia no hubiese atajado la enfermedad, utilizando el remedio que los habitantes del lugar emplean en un caso semejante. Es de los más particulares, y aunque infalible, no lo he leído nunca en ningún ritual. Helo aquí.

se escoge a un muchacho de edad que no haya hecho todavía uso de su cuerpo, es decir, que sea virgen. Se le monta desnudo sobre un caballo que no haya nunca flaqueado, caballo que tiene que ser además completamente negro; y se le hace pasear por el cementerio, y pasar por encima de todas las fosas; aquélla sobre la que el animal rehúse pasar, por más golpes que se le aticen, se considera que está ocupada por un vampiro; se abre la fosa, y allí encuentran un cadáver tan grueso y tan hermoso como si fuese un hombre feliz y tranquilamente dormido; se le corta de un golpe de laya el cuello al cadáver, del que sale en cantidad una sangre bermeja de las de mejor aspecto. Se juraría que se ha degollado a un hombre enteramente sano y vivo. Hecho esto, se vuelve a tapar la fosa, y se puede contar con el cese de la enfermedad, y con que todos los que estaban atacados de ella vayan recuperando sus fuerzas poco a poco, como gentes que escapan de una larga enfermedad, que por mucho tiempo los ha extenuado. Es lo que sucedió a nuestros caballeros atacados de ella. Yo era por entonces comandante de la compañía, al estar ausentes el capitán y el teniente; me molestó mucho que el cabo hubiese hecho la experiencia sin contar conmigo. A duras penas conseguí controlarme y no regalarle con una tunda de bastonazos, mercancía que se da a bajo precio en las tropas del emperador.

ronronea: levina

6 maullidos:

natsnoC dijo...

No conocía yo la editorial esta y tiene bastante buena pinta, aunque el libro de la foto me atrae mucho más que el de la web de Cordelia.

El texto, genial. Lo del muchacho virgen sobre un caballo negro "que no haya nunca flaqueado" como detector de vampiros no lo había oido yo antes.

Mascab dijo...

Me ha encantado la historia Levina. La carta describiendo la enfermedad producidad por los vampiros y el modo en que la curan, éso sí que no lo había oído nunca...tantas cosas se habrán hecho en las cercanías de Los Valcanes y en la mítica Transilvania, generadora de por sí de historias oscuras que inspiran tan buenas novelas de temor psicológico y libros de ensayo e investigación sobre los revinientes o vampiros...
Siempre os lo digo gatitas, me gusta muchísimo vuestro tejado!

Besos, runruneos y frotes, desde mi lomo al vuestro...

Trasgu dijo...

Conocía otras leyendas pero no ésta. Y me ha sorprendido gratamente pues esperaba leer lo de la típica ristra de ajos...jajaja...Siempre me han gustado estas historias de vampiros...
Bsoss y muy buen finde!!! :)

Dr. Espinosa dijo...

Qué buen texto. Uno puede ponerse en la piel de aquel entonces y no dudar que lo creería a pies juntillas.

levina dijo...

natsnoC, de esta editorial me gusta sobre todo el libro que menciono, que fue el título inagural de su catálogo. Aunque tienes razón en que una presentación más clásica y oscura quizá hubiese ido mejor con el tema

Mascab, al parecer el mito del vampiro, con distintas variaciones, ha existido tradicionalmente en la mayoría de las culturas del mundo. En Europa lo relacionamos hoy con Transilvania tan solo por la novela de Stoker, quien encontró allí un personaje histórico suficiente carismático como para encarnar el mito. Sin embargo, los vampiros caminaron con mayor frecuencia y virulencia un poco más al norte, especialmente en Hungría y Moravia, lo cuento con un poco más de detalle en el próximo post

Trasgu, a continuación llega la ristra de ajos, no podía faltar :)

Dr. Espinosa, durante muchos siglos, su existencia fue un hecho cierto en la mayoría de las culturas, hay suficientes testimonios y mitos como para confundir a cualquiera. Eso sí, los vampiros de la tierra no son los seres bellos y amables (léase niñatos cursis) que ha exportado la literatura estadounidense, de encontrar uno lo más probable es que acabe sirviéndole de cena

levina dijo...

no puedo evitar añadir un detalle interesante al respecto: en la tradición europea, ni siquiera se puede asegurar que el vampiro sea consciente de sí mismo. Sencillamente sale de la tumba, se alimenta y vaga por los campos trayendo la desgracia a los campesinos, como una fuerza más de la Naturaleza. Nada que ver con las pretensiones de espectros y otros seres que tienen su esencia en el alma humana