lunes, 30 de septiembre de 2013

la mariposa en la tormenta




la tormenta veraniega era espantosa. Hubo que cerrar los cristales. La luz se reflejaba en la ventana como en un aquarium, y entonces vi una mariposa pegada al cristal que subía y bajaba en vuelo de cosquillas.

la lluvia lo azotaba todo, pero la mariposa se defendía aún con el polvo impermeabilizado de sus alas.

me impresionaba aquel vuelo que era como un signo de urgencia, pero no me atrevía a abrir, cuando de pronto oí una voz, como la voz de la niña más pequeña de las niñas, que gritaba: «¡Abre!»

y abrí.


(Ramón Gómez de la Serna)

ronronea: naia

9 maullidos:

Lucía_lamiradadeluci dijo...

Cuando no tenemos una niña cerca que nos incite a abrir la ventana y perder el miedo, deberíamos escuchar al niño que todos llevamos dentro.
Genial la entrada.
Un besote de  Lamiradadeluci

DRACO dijo...

todo el escenario estaba listo para hacer de él un momento especialmente tenso.
y además,
en esa casa penan.
a no confiarse.
a veces creemos escuchar una voz humana
(como en este caso, la voz de una niña)
y es otra cosa;
que viene del lado más oscuro.
me pregunto
¿qué cosa habrá dejado pasar como si fuera una mariposa?

besos.

TORO SALVAJE dijo...

La edad nos vuelve cobardes.

Mascab dijo...

Siempre es necesario abrir las ventanas a la vida...a cualquier tipo de vida.

Besos

Amapola Azzul dijo...

Lindísimo relato lleno de musicalidad. Un abrazo.

Arte en Madrid. Tíltide dijo...

¡Qué bonito texto!Menos mal que a veces actuamos como niños...
Un abrazo.

miquel zueras dijo...

Hay que saber escuchar a las mariposas.
Me encanta de la Serna. Yo ilustré algunas de sus Gregerías para El Monográfico.
Ronroneos. Borgo.

Clementine dijo...

Precioso.

naia dijo...

Lucía, los niños interiores tienden a ser juguetones, y a incitarnos contra lo que es razonable y prudente.. aunque sin esa vocecilla interior, ¡la vida sería tan aburrida!

Draco, que sepas que después de leer tu comentario machaqué la mariposa, y a continuación he colocado alrededor de los cristales una crucecita, una hamsa, una higa y una estampita de San Benito

¿cómo puede ser que, lo que comenzó como un relato repleto de ternura, se haya convertido de repente en un instante de terror?

Torito, o la experiencia nos vuelve precavidos, según se mire

Mascab, después de leer el comentario de Draco, no sé que decirte.. donde pones «cualquier tipo de vida» no puedo evitar leer «cualquier tipo de cosa» :))

Amapola, cierto que hay una extraña musicalidad en el vuelo de cosquillas de aquella mariposa indefensa

Tíltide, a veces sospecho que todas las insensateces de la madurez, las cometemos en recuerdo y añoranza de nuestra infancia

Miquel, ojalá las mariposas se dignasen hablar más a menudo con los seres humanos.. sospecho que sólo lo hacen en momentos de extrema necesidad, pues nos ven con desprecio y condescendencia

por cierto, me muero por ver las ilustraciones que mencionas

Clementine, si la fama dependiera exclusivamente del talento, Ramón Gómez de la Serna sería considerado un genio universal