jueves, 18 de octubre de 2012

la carta de Anita Delgado




el año 1906 Jagatjit Singh, maharajá de Kapurthala, acudió a Madrid con motivo de la boda de Alfonso XIII. En la ciudad se enamoró de una joven llamada Anita Delgado, que actuaba como telonera en el café-concierto Central Kursaal (en la Plaza del Carmen).

la boda real, como es sabido, tuvo un final dramático. Cuando Don Alfonso y la reina Victoria Eugenia regresaban al Palacio Real, a la altura del 88 de la Calle Mayor, el anarquista Mateo Morral lanzó una bomba contra la carroza. Hubo numerosos muertos y heridos, el caos se apoderó de la ciudad, y las delegaciones extranjeras abandonaron Madrid de forma inmediata. Desde París el maharajá siguió insistiendo mediante misivas, con todo tipo de propuestas y ofertas para obtener los favores de Anita, y al final la joven accedió a responder, eso sí con un estilo harto pueril: «Mi cerido rey, malegraré que esté usté con la cabal salú que yo para mí deseo. La mía bien. Adiós gracias. Sabrá usté etc. etc.»

Anita le da la carta al pintor Leandro Oroz, quien se pasa por el café de Levante y le enseña la carta a Valle-Inclán. Valle-Inclán dice: «¡una carta así no se puede enviar!». Entre todos agarran papel y pluma y redactan una carta de amor que es una antología de Chateaubriand, con tales frases y tan maravillosas que al final todos dicen que el maharajá se enamoró del físico de Anita y de la mejor literatura de los grandes del momento.

carta en mano, los tertulianos se echan a la calle. A la entrada de la Puerta del Sol, en el estanco de la derecha, compran un sello de Correos que vale veinticinco céntimos. Cada uno pone su correspondiente perra chica sobre el mostrador. Llegan a la calle de Carretas y echan la misiva en el buzón, diciendo:
«¡Imaginen ustedes que ese príncipe indio se une a La Camelia y tienen un chico! Puede ser que el hijo de la española sea con el tiempo quien se subleve contra Inglaterra y conquiste la independencia del Indostaní. ¡Sería verdadera gloria para nosotros, los cinco que acabamos de comprar el sello! ¿No les parece?»
al final Anita se convirtió en maharaní y fue a vivir a Kapurthala, donde tuvo un hijo de Jagatjit. La historia completa se puede escuchar en este estupendo podcast de RNE




ronronea: naia


18 maullidos:

DRACO dijo...

¡qué excelente historia!
lo otro es que no esperaba menos de aquellos literatos.
un beso.

Lenteja dijo...

Salsa rosa!!! genial...Qué buena etiqueta. Pequeños actos acaban conduciendo a grandes hechos,cierto.
Besos.Lenteja

Unknown dijo...

Gran historia. Enamorado de unas letras escritas por Valle-Inclán y de Anita. Se lleva dos por el precio de uno...
Besos y maullidos desde mi tejado.

S. Bonavida Ponce dijo...

Pues aunque se lea pueril, a mi me encanta la carta original de Anita.

Pienso que lo verdadero es lo mejor... despues de todo Valle-Inclan y sus amigos solo participaron en una carta, pero Anita supo mantener el amor del soberano durante años.

Una bonita historia maslama, con un trasfondo nostálgico y triste; da algo que pensar.

Un abrazo.
SBP

Pepe Cahiers dijo...

Una vez dediqué una entrada a Valle-Inclás y sus anécdotas, aunque ésta en concreto no la sabía. Es estupenda, una especie de Cyrano de Bergerac colectivo.

TORO SALVAJE dijo...

Que historia!!!

Digna de una película.

Saludos.

ISABEL dijo...


Hace tiempo lei la historia, novelada, de esta mujer "La pasión india", de Javier Moro y me gustó, aunque entre líneas la tal Anita debía de ser un peazo de golfanta que no veas¡¡, pero no cabe duda que tuvo una vida de película.

ISA

www.sopasyletras.com

Anónimo dijo...

Nunca se sabe quien escribe la historia...Lo que sí está claro es que somos unos grandes "celestinos"

natsnoC dijo...

Vaya con la Anita, qué le daría... Impresionante e interesantísima anécdota.

Y Valle-Inclán está claro que se metía en todos los "fregaos" que podía.

Anónimo dijo...

Exóticas y apasionantes vidas :D
Genial!

Lucía_lamiradadeluci dijo...

¡Qué historia tan bonita!
No sé cómo decir esto sin que suene soberbio, pero si llego a leer la carta seguro que también la hubiera cambiado. Los que me conocen saben que corrijo hasta la lista de la compra XD
Un besote fuerte y pasad un finde genial.

Ico dijo...

Bueno,me quedo con tu narración.. pensé que era un cuento de lo bien que lo relatas y de lo interesante que lo haces.. un beso

Chelo dijo...

Lei el libro y me gusto muchísimo pero m edejó un mal sabor de boca por como acaba.

linksdistodaquilo dijo...

Una bonita historia, da algo que pensar...

El Tirador Solitario dijo...

Divertida y castiza historia...además sólo de imaginar a Valle, que hablaba ceceando...nada, eso merece una peli, como poco...

naia dijo...

Draco, sospecho que Anita no pudo imaginar mejores aliados para sus propósitos matrimoniales

Lenteja, la etiqueta «salsa rosa» viene ya de antiguo. Resulta que hace años había un programa de TV con este nombre, terrible, casposo. Hablamos de lo que nos gustaría escuchar en un programa así, cotilleos históricos de personajes que conocemos y admiramos, y surgió la etiqueta

Javi, imagino que más tarde llegaron a intimar y a conocerse como eran en verdad, pero una ayudita al comienzo..

SBP., sin dudas tienes razón, nada puede competir con la naturalidad. Sin embargo piensa que Anita exigía algo más que una relación clandestina, y de colocarse al lado del maharajá en los actos oficiales, no sólo contaría su belleza sino también su educación. Al parecer más tarde ya se ocuparon de este aspecto, pero en un principio podría haber obstaculizado la relación

jejeje Pepe, a veces la literatura supera la ficción :)

naia dijo...

Toro, mi respuesta no va a ser nada original: si Anita hubiera sido británica o americana ya hace tiempo que tendríamos una superproducción

Isa, cuando las mujeres no tienen otro recurso que su cuerpo, lógicamente lo utilizan para sobrevivir. Eso no las convierte en golfantas, sólo en hábiles supervivientes

Alson, unxs más que otrxs, en todo caso noble papel el de las/os celestinas/os cuando es desinteresado (se ha dicho varias veces en este blog que el infierno está lleno de buenas intenciones, pero también hay algunas en el cielo, o por lo menos eso espero)

natsnoC, después de este episodio, al parecer Vallé-Inclán esperó toda su vida una medalla del principado de Kapurthala, medalla que lógicamente nunca llegó, pues habitualmente tan solo se condecoran los hechos de guerra (y por supuesto nunca no los de amor)

desdevaladilene, ¡hay tantas vidas interesantes! la letra pequeña de la historia me resulta mucho más interesante que los grandes hechos históricos

naia dijo...

Lucía, eran otros tiempos.. el objetivo primordial de las mujeres era el matrimonio, y la educación tan solo un adorno accesorio que pocas podían permitirse

Ico, la historia resulta fascinante de por sí, no es mi mérito, pero gracias en todo caso por tus amables palabras :)

Chelo, no he leído el libro, no sé como acaba.. supongo que en separación y oscuridad..

Nita, de sabor agridulce, como es la vida misma (por cierto, bienvenida al blog)

jejeje Tirador, ¡vaya personaje debió de ser Don Ramón! he intentado en alguna ocasión imaginar como sería de haber vivido en nuestros tiempos, y no logro visualizarlo.. demasiado de su época..