llevo en el alma la divina huella
de tu recuerdo, madre inolvidable;
otras pisadas hay, pero tan bella
ninguna habrá, ni tan imperdurable.
En tu interior un día me tuviste,
y en tu interior me llevas todavía.
Nunca al pensar en ti puedo estar triste,
pues soy tan tuya como tú eres mía.
(Francisco Álvarez Hidalgo)
para ti, Farala. El tiempo se lo lleva todo, todo menos el amor
ronronea: big cat
DÍAS INVISIBLES
Hace 23 horas
7 maullidos:
Amén
qué cierto y qué bello.
muy hermoso... el amor perdura siempre!!
Precioso el poema, niña. Un beso
lo mejor: tres rosas blancas en mis manos: gracias gatas!!!
Me ha encantado el poema.
ojalá este poema haya llevado un poco de consuelo o, por lo menos, de distracción
un beso,
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