había una vez un duro y temerario capitán holandés que no creía en dios ni en los santos ni en nada. Un día partió hacia el Sur y todo fue bien hasta que llegaron a la latitud del cabo de Buena Esperanza. Allí se levantó una tormenta y el barco corrió un gran peligro. La tripulación y el pasaje aconsejaron al capitán que se acercara a la costa, pero él se rio de los temores de tripulantes y pasajeros. Comenzó a cantar terribles canciones burlándose y riéndose de la tempestad y blasfemando contra la providencia.
de pronto se abrieron las nubes y una enorme y celestial figura descendió sobre la cubierta del barco. La tripulación y los pasajeros estaban aterrorizados, pero el capitán continuó fumando su pipa sin tan siquiera quitarse la gorra cuando la celestial figura se dirigió a él.
―estás loco, capitán― dijo la figura.
a lo que el capitán respondió:
―y tú eres un tipo muy descortés. No necesito nada de ti, así que, si no te largas de aquí ahora mismo, te reviento la cabeza.
a continuación el impío capitán sacó una de sus pistolas, la amartilló y disparó a la nebulosa figura. Por supuesto, el tiro no hirió a la celestial figura y en su lugar atravesó la mano del capitán. Colérico, el villano se abalanzó sobre la figura para golpearla, pero ¡su brazo cayó paralizado a un costado! Entonces la celestial figura que había descendido de las nubes dijo:
―estás maldito, capitán, y el cielo te condena a navegar para siempre sin poder llegar a puerto jamás. No probarás la cerveza ni el tabaco, sino que beberás hiel y masticarás hierro al rojo. Velarás eternamente y nunca más podrás volver a dormir cuando tengas sueño, porque tan pronto como cierres los ojos una larga espada atravesará tu cuerpo. Y puesto que tanto te agrada atormentar a los marineros continuarás haciéndolo, porque se te considerará un diablo del mar. Vagarás sin cesar por todas las latitudes y nunca hallarás reposo ni buen tiempo. La sola visión de tu barco, que seguirá rondando hasta el fin de los tiempos, traerá la desgracia a quien lo vea.
así habló la celestial figura, pero el capitán sólo respondió:
―¡te desafío!
la nebulosa figura desapareció y con ella la tripulación y el pasaje, el capitán quedó solo en la cubierta de su barco, nadie más que el grumete quedó a su lado. Desde entonces, el Holandés Errante, o el Voltigeur, navega entre el mal tiempo y no encuentra placer más que en perjudicar a los pobres marinos. Es el Voltigeur quien envía las borrascas, que hunde los barcos o les hace perder el rumbo.
así es el cuento de El Holandés Errante tal como lo contaban los marinos franceses del siglo XVIII.
ronronea: levina
JUSTINIANO 318
Hace 7 horas
14 maullidos:
qué bello cuento, verdad?? Un abrazo.
Lo conocía. Es famosa la leyenda del Holandés Errante, incluso la he leído, creo.
Piratas del Caribe, la echaron en dos partes hace poquito por TVE, y me encantó, porque supongo, que la película está basada en la historia que cuentas. Un placer leerte. Un beso
muy interesante... es histórico o es una leyenda???
hola gatita;
supongo que puede resultar romántico.. en cierto modo, una historia de rebeldía :)
besos,
hola dintel;
en efecto, es una leyenda bastante extendida (sobre todo por la ópera de Wagner)
besos,
hola isabel;
para ser sincera, no recuerdo apenas «Piratas del Caribe», aunque supongo que tienes razón, puede perfectamente estar basada en esta historia :)
besos,
hola lena;
me parece que es rigurosamente leyenda.. no imagino ningún libro histórico hablando de «grandes y celestiales figuras que caen sobre la cabeza de un capitán impío» :D
besos,
Precioso la figuara del navegante que no teme a las fuerzas de la naturaleza y que confía en sí mismo, en el fondo es castigado por es el castigo divino por querer compararse a dios..
Me gusta tu blog, te seguiré de cerca.
Un beso
También lo conocía, sí, qué bien repasarlo...
Besos errantes desde Holanda.. ;)
hola ico;
cierto.. para el cristianismo, cualquier atisbo de libertad acaba teniendo una connotación malévola..
besos,
bienvenida, nocheinfinita.. aquí siempre es de noche también :)
besos,
hola pru!
siempre me he preguntado por qué el marino errante sería precisamente holandés..
un beso muy especial en la distancia,
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