sábado, 5 de julio de 2008

en el corazón de Venecia



para vuestro primer encuentro con Venecia, vale la pena escoger el camino y la hora. Podéis llegar como todo el mundo por vía férrea, es decir, por el dique que comienza en Mestre y sigue hasta la estación, al extremo del Gran Canal; o bien, por carretera, hasta la Piazzale Roma, no lejos de la estación, donde los automóviles, inútiles, se amontonan en varios pisos de aparcamiento. Pero llegar por mar es la ruta regia.

de donde vengáis, el barco franqueará la puerta de San Nicolás y se adentrará en el canal profundo que, atravesando la laguna, lo llevará hasta las Zattere. Suponed que llegáis por la mañana temprano y que, dormidos, no habéis visto de lejos acercarse la ciudad. Os despertáis, subís al puente y de golpe, súbitamente, heos ahí en el corazón de Venecia. Frente a la plaza de San Marcos, o mejor de la Piazzeta, el barco va a virar lentamente para dirigirse al embarcadero. Desfila al ralentí ante las arcadas del palacio de los Dogos, el campanario de San Marcos y atraviesa sin penetrar en él la entrada del Gran Canal. Extenderíais la mano y cogeríais la Fortuna Dorada que domina la Dogana da mar.

entráis poco después en el ancho brazo de mar de las Zattere que siguen los grandes petroleros en ruta hacia Mestre. A la entrada del Gran Canal, he ahí la Salud protectora, la iglesia construida bajo la invocación de la Virgen María, como acción de gracias al día siguiente de la peste de 1630-31. Hacia el sur, he ahí la Giudecca, barra de arena, con sus casas lejanas y el domo del Redentore. ¿No es Venecia la ciudad de los domos? Más cerca, el islote de San Giorgio también tiene su domo y su campanario.

(Fernand Braudel)

ronronea:
wanderlust

8 maullidos:

Raúl dijo...

Hola Wanderlust! Yo la vez que fui, que estuve sólo un día, llegué al 'corazón' por mar, en un barquillo de esos. Sencillamente Venecia me enamoró, era mejor de lo que esperaba. Esas callejas que llevaban a plazuelas escondidas, esas tiendas de pan y de máscaras, los canales... No me extraña que inspiren tantas historias de amor, yo me 'enamoré' (como todos) de esa mujer tan auténtica disfrazada y con máscara que pedía dinero a los turistas, ¡qué guapa! Quizás demasiado turístico, demasiado bonito... Por eso fue una terrible bofetada estética cuando tras cruzar una esquina me topé con un Burger King enorme, ahí, en medio de la zona vieja restaurada. Maldita sea XD

Besos sobre góndola.

PRU dijo...

Pues yo llegué en tren, en un loco recorrido por Italia acompañado de una de las mujeres más particulares con quien he tenido relación ("vecina" de Julián, por cierto), por lo que mis recuerdos de esa breve estancia en la mágica Venecia son más que especiales, y estarán siempre en mi corazón y en mi secreto imaginario...

Besos sobre el mar...

Anónimo dijo...

hola julián;
Venecia es una ciudad absolutamente mágica, submarina, misteriosa, frívola e inconstante, sin duda mujer.

para huir del turismo, sólo hay que escapar del Gran Canal y San Marcos y perderse en su laberinto de callejuelas y jardines.. intentando, eso sí, esquivar los Burger King, Hard Rock Cafés y otras aberraciones americanas..

besos,

Anónimo dijo...

hola pru;
una vez tuve una experiencia semejante, un viaje sin tiempo ni destino, a lo largo de Italia y algunos otros países, acompañada de una mujer a la que por discreción no pondré adjetivos..

pasamos una temporada en Villa Rosita, un pequeño hotel detrás del Gran Canal, franqueado por uno de esos frondosos jardines venecianos y regentado por una pareja de extravagantes ancianos, de origen español.. el resto ya sólo se puede contar en persona, al calor de una cerveza..

besos melancólicos,

without dijo...

La ciudad permanece expectante ante su visitante. Lo escruta atentamente valorando qué puede recibir para ver qué le puede ofrecer.

Besos entre canales

PRU dijo...

Querida Wanderlust, será un placer quedar para contarnos historias, personales o internacionales, así como para confesarnos discrecciones y adjetivos varios, pero por favor, la cerveza, que sea fría, que el calor ya surgirá de nuestra humanidad...

Besos memorables...

Anónimo dijo...

hola without;
inquietante metáfora, especialmente aplicada a Venecia.. en alguna de sus calles solitarias, podríamos tropezar de improviso con nuestro reflejo sobre el agua..

besos,

Anónimo dijo...

hola pru;
una cervecita fría y una conversación cálida.. suena bien :)

besos,