una fisiología extraviada

según la visión de algunos neurofisiólogos, el cerebro humano es un órgano fallido de la evolución. Su adquisición más reciente es el neocórtex, que procesa el lenguaje, el pensamiento abstracto y la razón. Pero debajo, y sin conexión directa con él, sobreviven y actúan los viejos cerebros del mamífero y el reptil. Nuestra endeble racionalidad puede estar montada, metafóricamente, sobre un tigre y un cocodrilo reprimidos.

para Arthur Koestler, esta superposición inestable hace de nuestra especie una aberración peligrosa, no sólo para sí misma, sino para el resto de los seres vivos. Mientras las estructuras sociales y los tabúes culturales, junto con la abundancia creciente de bienes, den sensación de seguridad a las personas, las tendencias agresivas pueden mantenerse relativamente controladas. Pero el equilibrio se viene abajo, personal y colectivamente, cuando la abundacia decrece y los individuos sienten miedo y ven amenazado su futuro. En ese caso, la inteligencia y la razón sucumben ante el poder emergente del tigre y del cocodrilo.

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