el célebre monje era benedictino. Se decía que era modesto, muy tímido, que llevaba una gran barba blanca bajo la capucha. Nació cerca de Tréveris, en Tritenheim. A los veintidós años eligió el sayal de San Benito, y en 1483 gobernó el convento de Sponheim como abad. Su gusto indisimulado por las ciencias ocultas, enseñadas por Pico della Mirandola, Alberto Magno, Bernardo el Trevisano, Arnaldo de Villanova, por los maestros que se adherían a los dogmas de Hermes Trismegisto, y más tarde sus experimentos de alquimia según los preceptos de Basilio Valentín, despertaron el asombro de sus contemporáneos. Incluso enseñó a los monjes las artes, los incitó a escribir, a copiar sobre pergamino. Constituyó una biblioteca de dos mil manuscritos. Llegaban gentes de lejos a ver la colección. Los visitantes procedían de toda Alemania, de Francia y de Italia. Muy extendida la noticia de sus maravillosas dotes en astrología y magia, el monje recibía a diario innumerables cartas selladas, repletas de demandas.
UTLA contaba muchas historias que cautivaban a los jóvenes (y no tan jóvenes), especialmente la del trovador demasiado bonito, de 1284, del país de Brunswick llamado Todo Color, que tocaba tan bien la flauta que más de treinta y seis niños le siguieron encantados. Los llevó fuera de la ciudad, al mismo lugar donde se entierran los huesos de los muertos, llamado Bajo-Koppen, en el camino de Septentrión, y allí murieron los niños. Fue imposible volver a encontrar ni uno solo de ellos.
contaba también que un duende llamado Hudekin causaba estragos en la diócesis de Hildesheim, en Sajonia. Se le atribuían hechos maravillosos: ora se le veía vestido de campesino y gozando en charla con los hombres, ora se dejaba oír sin mostrarse. Anunciaba a los señores lo que iba a ocurrirles, les prestaba servicios, intervenía en sus cosas. Se escondía en la cocina del obispo donde ayudaba a la cocinera. Habiéndole injuriado un mozo de cocina, Hudekin asfixió a su enemigo cuando estaba durmiendo, lo cortó en pedazos y lo hizo cocer al fuego. Luego atormentó a los cocineros que se habían negado a castigar al chico.
contaba la historia de la nariz de oro del emperador Carlomagno. Un día, el emperador Odón III fue a visitar la tumba de Carlomagno, su ilustre antecesor de la barba florida, enterrado en un suntuoso panteón de Aquisgrán. Acompañado por dos obispos, Odón penetró en el fúnebre subterráneo. Encontró el cuerpo sentado, como si estuviese vivo. Sobre la cabeza reposaba la corona de oro; en la mano, el cetro imperial. El cuerpo no estaba descompuesto, excepto la nariz, que Odón hizo reemplazar por una nariz de oro. A título de recuerdo y de reliquia, cogió un diente y se retiró. A la noche siguiente se le apareció el emperador Carlomagno con su nariz de oro, reclamó su diente y le anunció su próxima muerte.
más historias del abad: un tranquilo lugar de aquiescencia
ronronea: big cat
15 maullidos:
sí que tenía cierto humor negro el tal abad.
besos.
Bueno, ahora hacemos caso a los telediarios... más o menos es lo mismo no?
Besos.
Una vez más, gracias por hacernos llegar tantas historias... ¿No os parece que más que escucharlas, las recordamos como cosas que alguna vez vivimos? (Estoy un poco místico hoy, pero es lo que tiene la Edad Media -en mi caso-).
Miau.
Hola Maslama,
Muchas gracias guapa,ha sido increible. ;->
El abad UTLA, el ser de los incontables nombres.
Me han encantado las historias.
La del flautista de hamelin.
La del cocinero.
¿ Y la nariz de oro ?
en este texto hay mucha indagación histórica sobre cuentos y leyendas.
Eres una artista para tratar crónicas y relatar eventos históricos.
En este caso la vida del abad UTLA no pasará tan desapercibida en lo anales de la historia, y será un poco más reconocida gracias a ti.
Te dejo aquí el enlace a mi historia...
La Alta Sacerdotisa Maslama
Un abrazo muy grande maslama y un fuerte y ronco ronroneo.
*nota*: ¿¡ ves como se te da bien inventar una historia con tintes históricos ? ^_^ Increible maslama.
Me ha encantado, Maslama. Tú y el abad UTLA -bienaventurado sea- formáis un gran equipo.
Con mis mejores maullidos. Borgo.
Interesante. besos¡¡
El oro luce muy bien en todos sitios, igual que las bellas entradas de tu blog, Un abrazo.
Gracias por tu visita, me encanto tu chispa.
feliz semana.
je Draco, me entró la duda con tu comentario, si en la Edad Media estas historias tendrían el mismo sesgo humorístico con que las leemos hoy día
Torito, las historias antiguas eran más entretenidas, aunque reconozco que al mismo nivel de realidad que los telediarios
Chuan, me ocurre lo mismo, los nombres y las historias parecen extrañamente familiares, aunque sea la primera vez que las oiga
SBP, he disfrutado esta colaboración, imaginarnos mutuamente en otra época, y en otro lugar. ¡Oye, y tu historia genial del todo! hasta me ruboricé un poco leyéndola, es muy halagadora
Miquel, el abad UTLA ―bienaventurado sea― es un gran narrador, me ha puesto el listón muy alto :))
Amapola, un diente por una nariz de oro no me parece mal trato, por desgracia para Odón salió un poco rijoso, el espíritu de Carlomagno
mmmmm yo quiero una de estas historias, cada noche, antes de irme a dormir. Seguro que tiene canal directo de historias desde el más allá!
A falta de abad alguna gata se muestra voluntaria?
atis, la gata de las 1001 Noches, te contará infinitas historias
Pues donde está que soy toda orejas.
Que bien has reflejado la afición del Abad UTLA por contar cada vez historias más oscuras, la del flautista me ha encantado.
Saludos.
atis, en los libros, y a veces en la elocuencia de quienes nos aman
Shilmulo, la versatilidad de UTLA no deja de sorprendernos, es capaz de pasar de la ternura de una historia infantil al horror con una facilidad..
¡Ays, qué bestia ese duende! No me atrevería yo a replicarle nada jijiji
Un besote de Lamiradadeluci
jeje Lucía, los duendes tienden a ser caprichosos e imprevisibles.. y conviene no ofenderles, a riesgo de acabar en el caldero como aquel pinche indiscreto
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