lunes, 4 de febrero de 2013

de todos los objetos



de todos los objetos, los que más amo
son los usados.
Las vasijas de cobre con abolladuras y bordes aplastados,
los cuchillos y tenedores cuyos mangos de madera
han sido cogidos por muchas manos. Éstas son las formas
que me parecen más nobles. Esas losas en torno a viejas casas,
desgastadas de haber sido pisadas tantas veces,
esas losas entre las que crece la hierba, me parecen
objetos felices.

Impregnados del uso de muchos,
a menudo transformados, han ido perfeccionando sus
formas y se han hecho preciosos
porque han sido apreciados muchas veces.

Me gustan incluso los fragmentos de esculturas
con los brazos cortados. Vivieron
también para mí. Cayeron porque fueron trasladadas;
si las derribaron, fue porque no estaban muy altas.
Las construcciones casi en ruinas
parecen todavía proyectos sin acabar,
grandiosos; sus bellas medidas
pueden ya imaginarse, pero aún necesitan
de nuestra comprensión. Y, además,
ya sirvieron, ya fueron superadas incluso.
Todas estas cosas me hacen feliz.

(Bertolt Brecht, 1932)


ronronea: naia

19 maullidos:

TORO SALVAJE dijo...

No conocía este poema.
Me gusta lo que dice.

Besos.

Amapola Azzul dijo...

Hola naia, que nostalgia de poema has elegido, muy bonito. besos.

Me gustó, por no decir me encantó.

Lenteja dijo...

No puedo comulgar más con el texto ni con la imagen. Qué belleza de ideas y de imagen...
Besos.Lenteja

Mascab dijo...

Sentimientos que comparto, bellamente expresados...tanto, que nos llegan al corazón.

Ronroneos de placer para toda la gatera!!

Petri dijo...

Comparto el gusto del poeta, y el tuyo

DRACO dijo...

uno puede escribir bella prosa y hasta poesía sobre el gusto por los objetos usados y los edificios en ruinas, pero yo lo prefiero todo nuevo.
besos

natsnoC dijo...

Hay objetos que parecen tener alma, y seguramente se deberá a su historia.

Me encantan los objetos antiguos, con historia. No sé si un tenedor usado lo metería en el mismo saco, ya que hay otras cosas que me gusta estrenar, pero el poema es muy bonito.

Pepe Cahiers dijo...

Lo viejo, lo vivido, es como la piel de la experiencia.

Lucía_lamiradadeluci dijo...

¡Qué bonito el poema, no lo conocía! Y encima está cargado de verdad.
Un besote

Ico dijo...

Me encanta este poema, no lo conocía, y me encantan los rastrillos, los rastros de segunda mano, ver los objetos que un día fueron de alguien, imaginar la historia de ellos que pasaron por tantas manos..
se te echa de menos.. besos

Kate Walker dijo...

Callejear por el Rastro un domingo temprano... muy recomendable.
La Kate Andarina

Unknown dijo...

Gran poema y que gran verdad.
Besos.

miquel zueras dijo...

Hermoso texto de Brecht. Muy indicado para mí que tengo el estudio que parece habitado por un dibujante con Síndrome de Diógenes. Saludos. Borgo.

Chelo dijo...

No conocía este poema , con tu permiso me lo guardo.

Un abrazo

la MaLquEridA dijo...

Lo derruido y viejo tiene casi siempre una muy buena historia.


Saludos.

UTLA dijo...

Hola maslama,

Muy bien escogido este poema. Por un momento pensé que era tuyo.

Realmente comparto parte de lo que dice el autor. He llegado a sintonizar con lo que escribe, con lo que siente sobre esas abolladuras, sobre las cosas rotas que un día existieron.

Es precioso, gracias por traernos este trozo de historia olvidado.

Como siempre... Genial!!

Un abrazo maslama y un ronroneo.

naia dijo...

Torito, no es la primera vez que Brecht pasa por este blog, es uno de mis autores favoritos. Encuentro que tiene en común contigo el talento poético, la independencia y la provocación

Amapola, bonita observación, totalmente de acuerdo contigo en que la nostalgia impregna los objetos antiguos

Lenteja, dicen que la belleza está en los ojos que miran

Mascab, a pesar de todo, sigo pensando que más vale guardar en el corazón que en bolsillo.. supongo que moriré siendo una romántica (y pobre como las ratas)

Blog A, para mi, los objetos antiguos tienen un encanto misterioso, un algo de melancolía y de historia vivida que no encuentro palabras para expresar

naia dijo...

Draco, como dicen, para gustos los colores

natsnoC, los objetos antiguos de uso cotidiano, por ejemplo las cucharillas de té, entran más bien en el ámbito del coleccionismo, no se suelen adquirir para su uso sino exclusivamente para su disfrute

Pepe, y esa piel puede provocar una amplia gama de sensaciones, desde la ternura hasta el más puro terror

Lucía, Javi, no sabría deciros si está cargado de verdad, por lo menos contiene un trocito de la mía :)

Ico, en los alrededores del Rastro, más allá de los puestos legales, los chamarileros ofrecen cada domingo sus mercancías, que son despojos de muchas vidas. Una poesía que se hace de miradas cansadas y manos sucias de grasa y hollín

naia dijo...

Kate, comparto tu gusto por el Rastro, me parece una explosión de vitalidad de la ciudad

Miquel, me ocurre lo mismo, mi estudio está abarrotado de objetos imposibles (y libros, muchos libros)

Chelo, me encanta que quieras guardarlo, espero que lo disfrutes tanto como yo (o más :))

MaLquEridA, no tengo claro si hablas de vidas o de objetos

SBP, hay que tener talento para escribir poesía, pero no para compartirla :))