un párroco, ya entrado en años, trabajaba en su jardín, cuando un transeúnte se detuvo a preguntarle cómo estaban las rosas que el sacerdote tanto amaba.
―No van mal ―respondió el clérigo―. Pero sufren de un mal característico de esta zona: la Muerte Negra.
―¿Qué diantres es eso? ―exclamó el transeúnte, ansioso de mejorar sus conocimientos de jardinería.
―Monjas con tijeras.
el autor de la viñeta: Alberto Montt
más de monjas y tijeras: el escultor y las monjas
ronronea: levina
PÁRAMO URBANO
Hace 6 horas
13 maullidos:
¡Monjas armadas con tijeras! Darío Argento seguro que copiaría esta idea para su próxima película.
Muy feliz Año Felino!!! Borgo.
mira que tienen peligro ya sin tijeras...
Besotes!
No hay antídoto contra ellas.
Besos.
Las monjas siempre han dado mucho juego en este tipo de cosas y en otras más pecaminosas...
¡Ays, las monjitas! A mí es que esos hábitos no me dan confianza, ¿tanto tienen que esconder?
Un besote
P.D.: A próposito de hábitos de monjas, he recordado un episodio que me contó mi hermano cuando estuvo haciendo prácticas en el jardín de un colegio de monjas. Llegó emocionadísimo a casa y nos dijo que había visto algo increíble: una monja en chándal :P (yo creo que él pensaba que las monjas nunca se quitaban el hábito o algo así).
me hicieron reir, mucho los dos.
besos.
je Miquel, desde luego la imagen, tal como tú lo dices, tiene un algo que provoca un escalofrío..
Kate, en determinadas manos, cualquier cosa se puede convertir en un arma (y conste que no lo digo tan solo por las monjitas)
Toro, por lo menos todavía no van de casa en casa, como los testigos (aunque pensándolo bien, mejor no dar ideas)
Pepe, ¿será porque, en el fondo, la idea de clausura tiene un extraño encanto? ¿cómo te parece?
jajjajaj Lucía, me dio ternura la anécdota de tu hermano, me hizo pensar que en ocasiones la vida tiene esos pequeños chispazos, que socavan nuestras ideas preconcebidas
Draco, pues si te hicieron reír (o por lo menos sonreír), ya mereció la pena compartirlos :)
ufff que mal rollo...
Puede ser, ese aire de aislamiento y concentración en el mundo espiritual entra en contradicción con otras cosas más terrenales o quizás no...
jejeje Javi, para mal rollo el del pobre pingüino, que al parecer se las prometía muy felices con tan alegre compañía..
Pepe, quizá haya un aire de cierto misterio, cierta peculiar intensidad en la idea de alejarse del mundo, como bien dices. Estoy pensando, más que en las monjas, en los antiguos anacoretas del estilo de Simeón el Estilita, el que se pasó treinta y tantos años encaramado en una columna en el desierto
Sonaba más interesante eso de muerte negra... más glamuroso quizás... en definitiva un bonito nombre para una forma de morir.
atis, ni idea que tipo de glamour puede tener la muerte, pero vamos que si es por colores te sugiero «la muerte arco iris», por aquello de la reivindicación y tal
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