lunes, 5 de noviembre de 2012

recuerda, recuerda el 5 de noviembre



Gran Bretaña, último tercio del siglo XVI. Estamos en la «Era Dorada» del drama y la literatura isabelinos: William Shakespeare, John Donne, Ben Jonson, Francis Bacon. En 1603 sube al trono James I, sucesor de Elizabeth I, quien había sido furiosamente hostil hacia el catolicismo. Como James estaba casado con una reina católica, Anne de Dinamarca, los católicos ingleses confiaban en que suavizara las leyes contra ellos. Por el contrario las leyes se endurecieron, si bien es cierto que no fueron aplicadas con demasiado rigor.


entonces un grupo de provinciales ingleses católicos conspiraron contra la Corona. Planearon colocar unas cargas de pólvora en los sótanos del Parlamento, para volarlo en la ceremonia de apertura del 5 de noviembre de 1605, asesinando así al rey, la Cámara de los Lores y a cualquiera que viniera de paso. El encargado de detonar los explosivos sería Guy Fawkes, un mercenario inglés que había luchado durante diez años en Holanda, bajo estandarte español. Este complot quedaría para la historia con el nombre de «la Conspiración de la Pólvora».

el plan fracasó porque diez días antes de la fecha señalada alguien envió una carta anónima desvelando el complot. El 4 de noviembre se registró el Parlamento, pillando a Fawkes con las manos en la masa, mientras ultimaba los preparativos. Fawkes fue detenido, torturado y finalmente ejecutado en el mismo lugar que había planeado volar, frente al Old Palace Yard, en Westminster.


como reo de alta traición y
conforme a la ley inglesa, fue «colgado del cuello sin dejarle morir, seccionándole los genitales, echándolos al fuego ante sus propios ojos y, hallándose aún vivo, destripándole y arrancándole el corazón antes de decapitarle y despedazarle. Luego se expondría ante el público su cabeza clavada en una pica y serían arrojados los restantes trozos a los pájaros para su alimento». Los londinenses pagaron entrada para ver el espectáculo. Y por supuesto todo el asunto tuvo consecuencias para la población católica, que se vio excluida del ejército y la armada, estigmatizada socialmente y privada del derecho al voto hasta bien entrado el siglo XIX.


en 1606, tras la ejecución de los últimos conspiradores católicos, el Parlamento británico aprobó la Observance of 5th November Act 1605, comúnmente conocida como «Ley de Acción de Gracias», interpretando que la vida del rey se había salvado gracias a la intervención divina, y que tal hecho no debía quedar sin reconocimiento oficial. Esta ley autorizaba al pueblo a celebrar cada noche del 5 de noviembre con petardos, fuegos artificiales y hogueras donde se quemaban los Guys, muñecos con la efigie de Fawkes. También es tradición que durante la víspera del 5 de noviembre los niños, arrastrando estos muñecos, pidan dinero con palabras «penny for the guy», entendiéndose que el penique servirá para comprar pirotecnia.


como reflexión, una vez más, lo curioso que se escribe la historia. Fawkes y su grupo de conspiradores fueron unos fanáticos católicos, y la noche de Guy Fawkes (Bonfire Night), una celebración legislada desde las instituciones para alimentar el odio contra los papistas, especialmente entre los niños, que suelen ser quienes más disfrutan la pirotecnia y las hogueras. No hay nada de anarquista ni de revolucionario en toda esta aventura, aunque reconozco que no deja de poseer cierto loco romanticismo.

ronronea: claudia

11 maullidos:

TORO SALVAJE dijo...

Desconocía totalmente la historia.
Gracias.

Saludos.

Anónimo dijo...

¡Oh!... así que esa es la historia... una vez mas, genial la entrada.
Saludicos.

Unknown dijo...

Buenísima entrada, como siempre. Lo que está claro es que los fanatismos no llevan a nada, sólo a violencia, sea por el motivo que sea y la religión es uno de los motivos mas utilizados para actos de terrorismo. Y todo sigue igual después de muchos años y nunca cambiará por desgracia.
Besos.

Kassiopea. dijo...

Me gusta mucho la historia y este tipo de entradas me encantan. Concretamente esto que cuentas no lo conocía.

(Conste que aunque apenas comento por falta de tiempo te suelo leer a menudo)

Mascab dijo...

Jopetas!!

Cómo disfruto de este tipo de entradas tan instructivas y además, con lo que me gusta la historia!!

Gracias Claudia, me has hecho pasar un rato agradable y, me voy con unos conocimientos históricos que no había oído nunca hasta ahora.

De ahí, que vuestro blog sea un espacio para tener en cuenta siempre. Mira que lo digo: didáctico, instructivo, cultural, defensor del libre pensamiento...Por todo esto y por lo bien que lo hacéis la gatas, es por lo que me encanta venir de visita a vuestro tejado.

ronroneos de placer os dejo.

Lucía_lamiradadeluci dijo...

Me has dejado helada con esa forma de ejecución...¡se me han puesto los vellos de punta!
Genial la entrada, como todas las vuestras.
¡Muackis!

S. Bonavida Ponce dijo...

Saludos Maslama,

Conocia esta historia gracias a la película "V de Vendetta", con el increible Hugo Weaving ("V") y la fantástica Natalie POrtman ("Eve").

Realmente la noche de Guy Fawkes me pareció algo realmente aterrador. Pero aun más aterrador, me ha resultado saber la forma real en como murió.

Ese dato no lo conocia.

Esta noche inglesa de quema de petardos... es como la noche de San Juan, que siendo inicialmente una fiesta pagana que anunciaba el inicio del solsticio de verano ha devenido en un actor infantil de quema de petardos y merchandising.

Es curioso como todo evoluciona, y el interes inicial pasa a posser otro cariz.

Gracias por recordarnos esta curiosa anecdota de la historia Maslama.

Un abrazo.
SBP

DRACO dijo...

ha sido muy interesante para mí conocer esta historia que ignoraba.
un beso.

Pepe Cahiers dijo...

Qué espantoso final tuvo el pobre hombre, menos mal que muchos años después se le trató con más dignidad en esa versión de "V de vendetta".

claudia dijo...

de nada Torito, se trata de una historia poco conocida, ni los británicos ni los papistas salen demasiado bien librados, supongo que no es tema de sobremesa con ellos jajajjaja

gracias desdevaladilene, como se suele decir, así fue y así la hemos contado :))

Javi, totalmente de acuerdo contigo, lxs fanáticxs entregan a su causa el criterio y la voluntad, precisamente lo que nos hace humanos. A partir de ahí, cualquier exceso es posible, y la violencia una consecuencia casi inevitable

Kassiopea, he visto que también tienes un blog de historia de lo más entretenido (http://paseandohistoria.blogspot.com). Lo pondremos en el blogroll lo antes posible. Y por lo de los comentarios no te preocupes, siempre se agradecen pero deben ser una diversión, no una obligación

Mascab, estoy abrumada por tanto entusiasmo, no sé que decir. La verdad es que este blog se escribe de manera bastante casual, con lo que pasa por la cabeza, sin más pretensiones. Si disfrutamos escribiendo, leyendo y comentando la jugada, pues ya cumplió su función

claudia dijo...

Lucía, a pesar de todo vivimos en una sociedad compasiva, en la cual prolongar una ejecución para que la gente disfrute del espectáculo sería considerado una aberración por la mayoría. Pero como ves, no siempre ha sido así

SBP, las ideas que subyacen bajo los símbolos normalmente mutan con el paso del tiempo, a veces de manera sorprendente. También te digo que las festividades de los pueblos no son inocentes, y menos en lo que se refiere a los niños, más bien por el contrario suelen servir de vehículo (inconsciente y lúdico) para perpetuar valores y tradiciones

Draco, se trata de una historia muy marginal en el contexto de las disputas religiosas europeas. Sospecho que de no ser por Alan Moore y los Anonymous, ni siquiera hubiera trascendido fuera de sus fronteras

Pepe, me encanta «V de Vendetta», la estética y la historia resultan muy sugerentes, aunque si pienso en ello dos veces tengo serias dudas sobre el mensaje que transmite. ¿Es lícito usar la violencia en defensa propia? Y en caso afirmativo, ¿cuándo? ¿cuándo la agresión es tal que justifica el asesinato? ¿dónde pone cada cual el límite?