mientras reparaban el Westminster Hall de los daños sufridos en la guerra se descubrió que, después de cinco siglos, las vigas del techo se habían podrido. Para dar sabor histórico a la obra, los robles para tallar las vigas de repuesto se hicieron venir de los bosques del conde de Warwick, cuyo remoto antepasado había proporcionado las vigas originales en 1394. Entre los árboles seleccionados había un roble magnífico: enhiesto, enorme, incalculablemente antiguo. El guardabosques del conde, sin embargo, consultando los planos del lugar, exclamó: «¡Ah, no, señores! Ese no. Ya la primera vez también lo negamos»
ronronea: claudia
WOKE CELESTE
Hace 18 horas
5 maullidos:
¡muy bien dicho!
besos.
Ese no se toca, se siente...
Besos.
Que buena entrada :D
¡que gustazo visitar vuestro blog!
Sí, señor... con dos co... bien puestos XD
Un besote
jejeje tengo que decirlo, ¡me encantaron las respuestas a este post! rebeldía, resistencia y buen humor en el aire.. ¡y con dos cojones bien puestos! (bueno, u ovarios, al gusto) como bien ha dicho Lucía XD
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