la Torre de Londres es posiblemente el monumento más popular de Gran Bretaña. Asociado a los grandes nombres de su historia, atrae cada año a miles de turistas ansiosos por admirar las joyas de la Corona y a los Yeoman Warders ―los guardias alabarderos conocidos popularmente como Beefeaters―, los cuervos y el hacha del verdugo. Sin embargo, probablemente pocos saben que la Torre es también uno de los lugares más encantados del país. Según numerosos testimonios, el lugar está repleto de espectros, que llevan siglos asustando en la oscuridad a los centinelas de la fortaleza.
Thomas Becket, que fue asesinado y sepultado en la catedral de Canterbury, a unos cien kilómetros de la Torre, fue el primer espectro en aparecerse, en 1241, a «cierto sacerdote, hombre virtuoso y prudente». Según parece venía a protestar por las ampliaciones hechas poco antes en la Torre, que habían molestado a los londinenses porque veían en ellas una amenaza para su libertad. El fantasma, envuelto en ropas talares, arremetió con su cruz contra los ofensivos muros, los cuales derribó «con la violencia de un terremoto», según cuenta la leyenda. Ya existía entonces un oratorio consagrado al santo, en una torreta a la que da el dormitorio principal. Una madrugada de 1952, el general de división H.D.W. Sitwell, guardián de la Casa de las Joyas, despertó de pronto y vio a través de la puerta abierta a un monje que, cubierto con un hábito de color pardo, se hallaba en el oratorio.
durante el invierno de 1864, un centinela de los Reales Fusileros del Rey dio tres veces el alto a una figura humana que avanzaba hacia él. Como no respondiera, la atravesó con su bayoneta, y se desmayó. El sitio en el que el soldado cayó sin sentido se halla precisamente debajo de la habitación que ocupara Ana Bolena cuando fueron por ella para conducirla al cadalso. A esta infortunada reina le inspiraba horror ver manos inglesas armadas de acero inglés. En consideración a su miedo a morir por el hacha, Enrique VIII consintió en que trajeran a un verdugo francés para que la ejecutara con una espada francesa. Dos de los oficiales del soldado que perdió el conocimiento atestiguaron haber visto también aquella forma blanca.
otros dos centinelas vieron claramente la figura de una mujer en la madrugada del 12 de febrero de 1954. Ambos declararon haberla visto «corriendo a lo largo de las murallas almenadas del muro interior, cerca de la Torre de la Sal». Pero cuando se acercaron a investigar no encontraron ninguna huella en el polvo y el hollín que las cubría. Aquel día era el cuarto centenario de la decapitación de otra soberana, lady Jane Grey, que se llevó a cabo en la llamada Torre Verde, a unos 125 metros del lugar de los hechos.
en 1890, un centinela tuvo un encuentro tan vívido con la realeza que el hombre creyó morir de terror. Lo relató así: «Me encontraba de guardia en la torre Beauchamp cuando oí que me llamaban por mi nombre. Me volví y, flotando en el aire, vi un rostro abotargado y enrojecido, de labios caídos y babeantes y ojos claros de gruesos párpados. Ya lo había visto en los libros de historia: era el rostro de Enrique VIII, que reflejaba toda su maldad».
la lista de apariciones es inabarcable: Enrique VI, apuñalado por orden de Eduardo IV mientras oraba en su capilla privada en la torre Wakefield; los niños Eduardo V y su hermano el duque de York, hijos de Eduardo IV, encerrados y ejecutados en la Torre Sangrienta tras el asesinato de su padre; Margaret Pole, condesa de Salisbury, ejecutada en 1541 a la edad de setenta años por orden de Enrique VIII. Al parecer huyó perseguida por su verdugo, quien la atrapó en la Torre Verde y tuvo que asestarle varios hachazos hasta que logró decapitarla; lord Lovat, último de los prisioneros de la Torre que fue decapitado..
y no sólo aparecen figuras humanas, sino también de animales, ya que en el siglo XIII se estableció en la Torre una casa de fieras. Durante la primera década del siglo XIX, un centinela apostado fuera de la torre Martin vio un vapor que se filtraba entre la puerta y el umbral, congelándose ante sus ojos hasta tomar la forma de un oso horripilante. Cuando lo atravesó con la bayoneta, clavándola en el marco de la puerta, el centinela sufrió un ataque y cayó al suelo, falleciendo a los pocos días.
se da la extraña circunstancia de que los espectros no frecuentan el interior de la Torre Blanca, la más antigua y de mayores dimensiones, el corazón mismo del monumento y teatro de más atrocidades que todas las otras juntas. Allí, por ejemplo, Guy Fawkes, responsable de la Conspiración de la Pólvora, estuvo confinado en una jaula tan estrecha que no podía tenderse por completo. Al parecer en el siglo XI, cuando se edificó la Torre Blanca, se siguió a rajatabla una antigua superstición según la cual la fortaleza estaría a salvo de espíritus malévolos si se sacrificaba un animal, emparedándolo vivo entre sus muros. Y de hecho, cuando restauraron la torre, en el sexto decenio del siglo pasado, los obreros encontraron el esqueleto de un gato. Lo añado al martirologio gatuno, y confío en que haya tomado cumplida venganza sumándose a la corte de almas que vagan entre aquellos muros.
para ver más:
fantasmas en la Torre de Londres (todofantasmas.com)
la Torre de Londres y sus fantasmas «reales» (tejiendo el mundo)
ronronea: claudia
"sancta", a radical vision feminist of the holy mass
Hace 14 minutos
7 maullidos:
Uis.... Vendetta!!! Vendetta por el gato!! (Desdevaladilêne con capa y espada)
Muy buen post estilo un poco Iker Jiménez. Yo visité la Torre y hasta me hice una foto con un Beefeather. Los cuervos siempre rondan por allí y se dice que el día en que abandonenla Torre será el fin de Inglaterra. He leído que hay un fantasma felino que suele aparecer la Noche de San Juán, quizás sea el emparedado. Cuando la peste que asoló Londres en 1666 muchas casas emparedaron a un gato en compañía de una rata. Saludos. Borgo.
interesante historia. yo de vez en cuando coloco en mi antiquísimo vhs el casette de la torre de londres donde se cuenta su historia, y otro que cuenta el de los fantasmas de los castillos de londres. un beso.
Se erizan los bellos de uno al leer historias de este tipo. Soy fan de todo lo relacionado con lo sobrenatural, aunque soy de los que piensa que hasta que no vea algo con mis propios ojos, no existe.
Besos.
Pues yo soy de las que se mueren de miedo con estas historias XD
Buen post.
Un beso
ESTOY DE SORTEO: http://lamiradadeluci.blogspot.com.es/
Almas errantes, por muertes de tintes políticos, conspiraciones y más de un inocente. He tenido la oportunidad de verla en tres ocasiones e incluso el Támesis a su altura presenta un aspecto más revuelto y violento, como si en algún momento fuera a salir la figura de un espectro de sus aguas. Aunque todo aquél que conoce Londres, sabe que sus calles esconden secretos truculentos e inconfesables que sólo la niebla de esta peculiar ciudad sabría contar...
En relación al gato... Siempre se ha dicho que la curiosidad mato a estos bichos. Seguramente es un antecesor de maslama que proclamaba algún derecho pisoteado
desdevaladilene, ¡por supuesto me sumo a la vendetta! los humanos no tienen bastante con emparedarse entre ellos, que encima tienen que tomarla con sus gatos :S
Miquel, no sabía ni del fantasma felino sanjuanero ni de la costumbre del Londres del XVII, muy curiosa información, gracias por compartirla
Draco, los VHS hoy día son una reliquia digna de conservarse. Personalmente lo echo un poco de menos, lo asocio a la ilusión de las primeras películas caseras y eso
Signum, si te gustan las historias sobrenaturales y eso, te recomiendo mucho este blog, es un clásico: http://tejiendoelmundo.wordpress.com
Lucía, por suerte la Torre está suficiente lejos, no creo que sus fantasmas lleguen hasta aquí (de no ser por el blog :))
rubia, totalmente de acuerdo, la vista del puente desde la torre tiene un algo siniestro que repele y atrae al mismo tiempo. Por otra parte, como la ciudad misma..
Publicar un comentario