domingo, 17 de junio de 2012

cuando llegue la revolución



se había congregado un pequeño grupo de gente en torno a un agitador callejero.
―Cuando llegue la revolución ―dijo―, todo el mundo viajará en grandes coches negros. Cuando llegué la revolución, todo el mundo fumará cigarros puros. Cuando llegue la revolución, todo el mundo tendrá a su lado a una rubia.
Alguien objetó:
―No quiero ningún coche negro, ni fumar puros, ni rubias a mi lado.
―Cuando llegue la revolución ―replicó el orador―, harás lo que te digan.

y de propina:
el socialismo es cuando la gente trabaja para el gobierno. La democracia, cuando el gobierno trabaja para el pueblo. Una utopía es cuando el gobierno trabaja realmente.


ronronea: levina

5 maullidos:

Mascab dijo...

cuantísima razón!! todavía estoy esperando a que los políticos de nuestra democracia occidental y desarrollada, comience a trabajar para el PUEBLO SOBERANO, en lugar de ocuparse de llenar sus arcas particulares...

ronroneos para toda la gatera!!

miquel zueras dijo...

Muy bueno Monteys, como siempre y lo del orador... Más que la revolución me gusta la utopía, quizás porque nunca se hace realidad y no defrauda.
Queridas gatas: hoy os he recordado en mi blog. Muchos besos. Borgo.

Juli Gan dijo...

¿El socialismo es cuando la gente trabaja para el gobierno?
Menuda máxima tan mínima.

Tranquilos, que de seguir así nadie trabajará para nadie ya que estaremos todos en el paro.

Por cierto, será que el socialismo es trabajar para el Estado, no para el gobierno.

Con los militares vivíamos mejor ¡Es una orden!

Unknown dijo...

Mascab, y encima hay que tolerar perlas como «la culpa es de la gente, que vivió por encima de sus posibilidades». La gente vive como la dejan, de las migajas de toda esta incompetencia y corrupción.

Miquel, ¡me encantó tu post! ¡lo recomiendo a todo el mundo! cuando a la habilidad con los lápices se suma un humor inteligente, es resultado es sólo risas y admiración :)

Juli Gan, no pretendía hacer teoría política, sólo un poco de humor, pero ya que insistes.. se alude al gobierno (y no al Estado) sencillamente para hacer un juego de palabras, sin más trascendencia. Y sobre los militares y eso, se calcula que después de la guerra fueron depurados unos 5.000, porque se mantuvieron fieles a la República. Otros 3.000 y pico fueron al exilio, y de los que murieron en batalla (o en la cárcel, o ejecutados) al parecer no hay cifras exactas. Por citar algunos nombres: comandante Rojo, coronel Ardid, teniente coronel Ortega, general Riquelme, coronel Casado, Hidalgo de Cisneros, Mangada, Barcelo, Pérez Farrás, Sediles.. la lista es larga, porque aunque a muchos no les guste este dato, de las doce divisiones orgánicas en realidad sólo se sublevaron dos generales. Me parece que todos estos militares del bando republicano mostraron mucho mayor respeto por la Democracia que los fascistas y comunistas de la época. También me parece que los argumentos franquistas/antifranquistas ya están un poco obsoletos, que quedan cada vez más para los libros de historia, y que si acabamos tod@s en el paro no va a ser precisamente por culpa de una dictadura que terminó hace ya casi cuarenta años

Juli Gan dijo...

Te has dejado a Miaja. De todas formas hay cosas que no salen claras, como por ejemplo que el general Queipo de Llano siguiera utilizando la tricolor como bandera durante los primeros tres meses de la guerra y que en sus alocuciones radiadas diera siempre vivas a la República. Pero ya se sabe que esto era porque lo único que se pretendía era dar un golpe de Estado contra el gobierno del Frente Popular, no montar una guerra. Eso salió sin quererlo, y dentro de los militares los había monárquicos, fascistas, republicanos, apolíticos.

Ah, por cierto, lo mío también era una broma, si no no habría soltado lo de "máxima mínima".

Saludos