lunes, 28 de marzo de 2011

de la vida literaria



durante la última de las guerras civiles de Irlanda, el poeta Oliver Gogarty fue aprisionado por los hombres del Ulster en un caserón a orillas del Barrow, en el condado de Kildare. Comprendió que al amanecer lo fusilarían. Salió con un pretexto al jardín y se arrojó a las aguas glaciales. La noche se agrandó de balazos. Al nadar bajo el agua renegrida, en la que reventaban las balas, le prometió dos cisnes al río si éste lo dejaba en la otra ribera. El dios del río lo escuchó y lo salvó y el hombre cumplió su voto.

(Borges, Textos cautivos)

ronronea: claudia

2 maullidos:

dintel dijo...

Las promesas acuáticas son las primeras que deben cumplirse. Bello.

claudia dijo...

hola guapa;
sospecho que las promesas pueden ser peligrosas, y las húmedas más..

besos,