un cognac, tres rosas y una tumba

cementerio de Baltimore, madrugada del 19 de enero. Los guardianes abren con solemnidad las rejas para dejar paso a un hombre, encapuchado y vestido con un abrigo negro. Como cada año desde 1949, el misterioso visitante se dirige a la tumba de Edgar Allan Poe y deposita en ella tres rosas y media botella de cognac.

nadie conoce la identidad del encapuchado. Los admiradores del poeta le llaman The Poe Toaster, que en castellano sería algo así como el brindador de Poe. En 1993, dejó una nota que decía «la antorcha será traspasada». A los pocos años, en 1999, apareció junto a las rosas y el cognac una nueva nota que informaba del fallecimiento del Poe Toaster original, y sobre la voluntad de su heredero de continuar la tradición.

el pasado mes de enero, por primera vez en 61 años, nadie dejó cognac y rosas en la tumba de Poe.

más información:
Nieves Concostrina: visita misteriosa a la tumba de Edgard Allan Poe
ni rosas ni cognac para Poe (El País, 21/01/2010)

ronronea: levina