sábado, 17 de octubre de 2009

el escultor y las monjas



contado por Jacinto García Nuño, de 91 años de edad, en Guadalix de la Sierra.

había unas monjas que adoraban a San Nicodemos y fueron en casa de uno de esos que hacen las estatuas; para celebrar el día de San Nicodemos querían festejar el santo y ajustaron una estatua, pero el escultor no tuvo tiempo de acabar la estatua, le faltaba ya muy poco para terminarle, pero llegó el día de San Nicodemos y no había terminao el santo.

discurrieron que se pusiera un criao para que le festejaran las monjas y resulta que ya dice una monja:
―no os parece a vosotras que así, tan al natural.. sería mejor recortárselo un poco.

y ya lo acordaron todas que sí, que parecía bien recortárselo un poco para que no estuviera tan a lo vivo. Resulta que el criao, de que ve que se presentan con el cuchillo, pegó un salto, se tiró de la peana donde estaba y salió corriendo, y las monjas corrían detrás de él:

―ven acá, San Nicodemos
que no te la cortaremos.―

ronronea: elea

8 maullidos:

Isabel dijo...

Bien por Jacinto, los ancianos son una fuente de historias, anécdotas y conocimiento. Un beso

Marcela dijo...

jajajaja, caray con las monjas, ellas sí que hacen esculturas rápidas, ajjajaa.

Ico dijo...

ja.ja. chiquitas monjas.. ¡¡

elea dijo...

hola isabel;
quizá deberíamos escucharlos más, no sé..

besos,

elea dijo...

hola marcela;
y otras cosas que no son de contar..

besos,

elea dijo...

hola ico;
hahaha y no tan chiquitas :)

besos,

marisa dijo...

suelen venir de historias reales..

elea dijo...

hola marisa;
si ocurrió en realidad, el criado aún debe estar corriendo

besos,