me acabó de enterar que durante este verano ha fallecido Shi Pei Pu, en París, a la edad de 70 años. Aunque probablemente el nombre no te suene, sabrás a quien me refiero si te digo que fue el actor y espía chino que inspiró la película M. Butterfly.
la historia es fascinante: allá por los años sesenta, Shi Pei Pu residía en Pekín. Se ganaba la vida como actor de la ópera china, y también daba clases de mandarín a los diplomáticos extranjeros. En 1964 conoce a un joven contable llamado Bernard Boursicot, agregado a la embajada francesa, e inician una relación amorosa que durará 18 años, en el curso de la cual llegarán incluso a tener un hijo, bautizado como Shi Du Du.
durante la década de los setenta, los agentes chinos amenazan al francés con separarle de Shi Pei Pu y del niño. Boursicot, intimidado, comienza a pasarles documentos; primero desde la legación en Pekín y, más tarde, desde su puesto en Ulan Bator (Mongolia). El contable entregó en total unos 150 documentos, entre ellos la factura de un envío de quesos y el contrato para instalar una fuente en la embajada. Su labor de espionaje fue tan espectacular que finalmente, en 1979, el contacto chino le dijo que no merecía la pena que siguiera pasando información.
en 1982 encontramos a Shi Pei Pu y a su hijo en París, acogidos en la casa de Boursicot quien, abiertamente bisexual, vive con otro hombre. En 1986 Boursicot y Shi Pei Pu son acusados de espionaje por el gobierno francés. En el curso del proceso Boursicot se entera de que Shi Pei Pu es fisiológicamente un hombre:
total que después de un proceso muy mediático y repleto de detalles morbosos, fueron condenados a seis años de prisión, de los cuales sólo cumplieron uno, amnistiados por François Mitterrand. A la salida, Shi Pei Pu se quedó en París, trabajando como cantante en pequeñas producciones de ópera, y Boursicot rehizo su vida con otro hombre que, según sus propias palabras, «le ayudó mucho cuando estuvo en prisión».
ronronea: alia
más información:
Shi Pei Pu, cantante de ópera china y espía (El País, 05-07-2009)
«no quiero ser bufón del siglo XX» (El Mundo, 14-07-1995)
un diplomático francés espió para China por amor a una cantante que resultó ser un hombre (El País, 07-05-1986)
la historia es fascinante: allá por los años sesenta, Shi Pei Pu residía en Pekín. Se ganaba la vida como actor de la ópera china, y también daba clases de mandarín a los diplomáticos extranjeros. En 1964 conoce a un joven contable llamado Bernard Boursicot, agregado a la embajada francesa, e inician una relación amorosa que durará 18 años, en el curso de la cual llegarán incluso a tener un hijo, bautizado como Shi Du Du.
durante la década de los setenta, los agentes chinos amenazan al francés con separarle de Shi Pei Pu y del niño. Boursicot, intimidado, comienza a pasarles documentos; primero desde la legación en Pekín y, más tarde, desde su puesto en Ulan Bator (Mongolia). El contable entregó en total unos 150 documentos, entre ellos la factura de un envío de quesos y el contrato para instalar una fuente en la embajada. Su labor de espionaje fue tan espectacular que finalmente, en 1979, el contacto chino le dijo que no merecía la pena que siguiera pasando información.
en 1982 encontramos a Shi Pei Pu y a su hijo en París, acogidos en la casa de Boursicot quien, abiertamente bisexual, vive con otro hombre. En 1986 Boursicot y Shi Pei Pu son acusados de espionaje por el gobierno francés. En el curso del proceso Boursicot se entera de que Shi Pei Pu es fisiológicamente un hombre:
cuando el servicio de contraespionaje les detuvo, [Boursicot] se negó a creer que su amada fuera un hombre, hasta que en los propios calabozos de la policía comprobó que, al menos fisicamente, así era. Luego, Si Pei-pu le juró que, de todas formas, el niño era hijo suyo porque había recogido su esperma para una inseminación artificial. Cuando los médicos le demostraron que eso también era mentira, y que el bebé fue comprado, Boursicot intentó suicidarse.por su parte el hijo, Shi Du Du, declara que era de origen uigur (etnia musulmana del oeste de China) y que había sido vendido por su madre para aliviar la pobreza de la familia.
durante el tiempo que duró la relación, la pareja se veía a escondidas ya que estaba prohibido que los orientales se relacionaran con europeos. «Siempre que nos acostábamos era todo muy rápido. El dirigía y no me dejaba tocarle. Para simular que tenía vagina empujaba sus testículos hacia su cuerpo y ponía el pene hacia atrás entre las piernas para lograr una pequeña cavidad.»
total que después de un proceso muy mediático y repleto de detalles morbosos, fueron condenados a seis años de prisión, de los cuales sólo cumplieron uno, amnistiados por François Mitterrand. A la salida, Shi Pei Pu se quedó en París, trabajando como cantante en pequeñas producciones de ópera, y Boursicot rehizo su vida con otro hombre que, según sus propias palabras, «le ayudó mucho cuando estuvo en prisión».
ronronea: alia
más información:
Shi Pei Pu, cantante de ópera china y espía (El País, 05-07-2009)
«no quiero ser bufón del siglo XX» (El Mundo, 14-07-1995)
un diplomático francés espió para China por amor a una cantante que resultó ser un hombre (El País, 07-05-1986)
8 maullidos:
Pues sí, el nombre no me sonaba pero la foto sí
la verdad es que la historia parece de película. por un lado ¿cómo no se dio cuenta? por otro, menudo espía de pacotilla jejejeje
Siempre salgo algo más cultivada después de leeros.
hola lena;
existen muy pocas fotos de Shi Pei Pu, y han sido ampliamente difundidas..
besos,
hola kali;
mi impresión personal: Boursicot no fue un espía, sólo un contable, joven e ingenuo, envuelto en una intriga que le superaba con mucho..
con respecto a su grado de conocimiento, ¿quién sabe?
besos,
hola dintel;
muchísimas gracias por tu comentario.. algunas veces tengo impresión que las gatas es una acumulación de datos inútiles, que ya no importan a nadie :)
besos,
Es una historia interesantísima. ¿Quién sabe si se dio cuenta o no, y qué importa?
La última escena de la película es de una belleza plástica espectacular.
Bonito post.
hola patsy;
pues tienes toda la razón, no importa demasiado si lo sabía o no.. en la época se habló mucho de este detalle, por morbo. Quizá hoy, ya en la distancia, podemos apreciar mejor la complejidad de esta historia, y la perseverancia en el amor de sus protagonistas
besos,
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