jueves, 8 de enero de 2009

noche 939



todo se desarrolla tal como ha planeado la bella adolescente. El cadí, abrumado por el descubrimiento del capitán de policía, le entrega un saco con tantos dinares de oro como había perdido, para comprar su silencio.

el capitán narra así el final de la historia:

«y, ¡oh mi señor!, no habían pasado tres días, cuando me llegó la noticia de la muerte del cadí, a consecuencia de la rotura de la vejiga de la hiel. No dejé de visitar a la adolescente, para comunicarle lo ocurrido, y los sirvientes me informaron de que su ama acababa de partir, con la hija del cadí fallecido, hacia una propiedad que tenía a orillas del Nilo, cerca de Tantah. Yo, maravillado por todo aquello, sin llegar a comprender lo que podrían hacer juntas aquellas dos gacelas, hice todo lo posible por encontrar sus huellas, sin conseguirlo. Desde entonces, espero que algún día quieran ellas darme noticias suyas, aclarándome un asunto tan difícil de comprender.»

el resto de la historia:
noche 937
noche 938

ronronea:
akane

2 maullidos:

Raúl dijo...

Esto se podría hacer pasar por un relato contemporáneo facilmente, vaya final... Volaron las gacelas. Digo... corrieron las gaviotas :) Me ha gustado.

Anónimo dijo...

hola julián;
la mayoría de los relatos contemporáneos no son tan divertidos, sensuales, ni están tan bien escritos :)

gracias por tus palabras, parece que finalmente eres el único seguidor del capitán Moin

besos lunares,