Antes del alba el Guanarteme recorre la playa este de su reino, observaba el mar como cada noche conciliando su espíritu con el del mar. A sus pies una ola le arrojó un signo de los dioses, un anillo conformado por 6 pirámides, 3 aristas, 2 triángulos isósceles, 4 orificios y un grabado en lengua noble. El material que compone esta pieza única es del metal del sol el cual transmite dinamismo y del metal de la luna, que proporciona tranquilidad.
Al cogerlo entre sus manos supo de qué se trataba. Provenía de sus antepasados, la estirpe de reyes de un continente ahora desaparecido que se encontraba más allá de las Columnas de Hércules.
Esa tierra era habitada por los Atlantes, que honraban a Poseidón ya que eran descendientes de Atlas su primer rey, hijo del mismo dios y una mortal. Sus edificios eran de mármol proveniente de las más preciadas canteras italianas. Sus mercados mostraban exuberante frutas, preciadas especias y productos únicos. Sus ciudadanos eran gente pacífica con mentalidad humanistas. La ciencia y el conocimiento impregnaba cada rincón de la Atlántida, que a su vez era compartidos con el resto de los pueblos existentes. Incluso llegaron a descubrir secretos que sólo los dioses conocían y guardaban con celo. Con estos descubrimientos se volvieron soberbios y belicosos desafiando a su protector Poseidón e incluso al propio Zeus. Éste como castigo en tan solo una noche desató violentas erupciones volcánicas y maremotos destruyendo gran parte de la isla, produciendo un gran cataclismo. Sus palacios y templos aún duermen en las profundidas del océano que lleva su nombre.
De los supervivientes de esta civilización las Islas Canarias fueron pobladas, llevando consigo las tradiciones y misticismo de aquella época ahora pasada, surgiendo la estirpe de los Guanartemes, justos reyes descendientes directos de los mismos dioses que determinaron su destrucción.
ronronea: atis
Al cogerlo entre sus manos supo de qué se trataba. Provenía de sus antepasados, la estirpe de reyes de un continente ahora desaparecido que se encontraba más allá de las Columnas de Hércules.
Esa tierra era habitada por los Atlantes, que honraban a Poseidón ya que eran descendientes de Atlas su primer rey, hijo del mismo dios y una mortal. Sus edificios eran de mármol proveniente de las más preciadas canteras italianas. Sus mercados mostraban exuberante frutas, preciadas especias y productos únicos. Sus ciudadanos eran gente pacífica con mentalidad humanistas. La ciencia y el conocimiento impregnaba cada rincón de la Atlántida, que a su vez era compartidos con el resto de los pueblos existentes. Incluso llegaron a descubrir secretos que sólo los dioses conocían y guardaban con celo. Con estos descubrimientos se volvieron soberbios y belicosos desafiando a su protector Poseidón e incluso al propio Zeus. Éste como castigo en tan solo una noche desató violentas erupciones volcánicas y maremotos destruyendo gran parte de la isla, produciendo un gran cataclismo. Sus palacios y templos aún duermen en las profundidas del océano que lleva su nombre.
De los supervivientes de esta civilización las Islas Canarias fueron pobladas, llevando consigo las tradiciones y misticismo de aquella época ahora pasada, surgiendo la estirpe de los Guanartemes, justos reyes descendientes directos de los mismos dioses que determinaron su destrucción.
ronronea: atis
5 maullidos:
siempre me gustó esa historia, la de los atlantes... no podía ser menos, vivo en una de sus cumbres...
Hola Morgana,
Desde el viejo continente te saludo, aunque por mí también corre la sangre de la Atlantida.
Besos de leyenda
pues suena a verdad y todo..
Hola Marisa,
Quién sabe... Todas las leyendas tienen un fondo de verdad.
Besos marinos.
hola atis;
me encantan tus historias.. parecen traidas de otros tiempos, de lugares que no se pueden encontrar en los mapas :)
besos soñadores,
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