en marzo de 1936 el párroco entrega el lienzo de la Virgen de la Paloma al presidente de la junta parroquial, el señor Labiaga, quien después de dar muchas vueltas con su coche por Madrid para despistar a cualquier perseguidor, la lleva a su casa en la calle Toledo 62.
de allí fue trasladada a la calle Altamirano, esquina con el Paseo de Rosales, donde Labiaga —viendo la que se avecinaba— la escondió en el cabecero de una cama, entre dos tablas de la misma.
al comienzo de la guerra civil la familia Labiaga tuvo que irse de la casa de Altamirano, porque estaba situada justo en la vanguardia del frente. La Virgen de la Paloma quedó así abandonada en el testero de la cama hasta que la señora de Labiaga, temiendo que una bomba dañara el lienzo, decidió volver a por él. Pidió permiso al control militar para recoger «una cama que necesitaba la familia» y se llevó el cabecero a la farmacia de su cuñado, en la glorieta de San Bernardo, donde permanecería hasta 1939.
y una curiosidad: la copia que sustituyó al original en el templo fue robada durante la guerra por un zapatero del barrio, que la mantuvo escondida en su domicilio hasta el fin de la contienda.
ronronea: claudia
de allí fue trasladada a la calle Altamirano, esquina con el Paseo de Rosales, donde Labiaga —viendo la que se avecinaba— la escondió en el cabecero de una cama, entre dos tablas de la misma.
al comienzo de la guerra civil la familia Labiaga tuvo que irse de la casa de Altamirano, porque estaba situada justo en la vanguardia del frente. La Virgen de la Paloma quedó así abandonada en el testero de la cama hasta que la señora de Labiaga, temiendo que una bomba dañara el lienzo, decidió volver a por él. Pidió permiso al control militar para recoger «una cama que necesitaba la familia» y se llevó el cabecero a la farmacia de su cuñado, en la glorieta de San Bernardo, donde permanecería hasta 1939.
y una curiosidad: la copia que sustituyó al original en el templo fue robada durante la guerra por un zapatero del barrio, que la mantuvo escondida en su domicilio hasta el fin de la contienda.
ronronea: claudia
12 maullidos:
ains que cosas leñe..ni idea...de verdad que menos mal que me culturizo por estos barrios..
El enunciado de por sí ya es raro, o como mínimo propenso a inminentes cambios de estado : una virgen en la cama...
Lo sé, me van a excomulgar algún día, pero no puedo evitarlo... En fin, besos entre traslados...
Y que la tal "virgen" no era tal (bueno eso nunca se sabe) lo que sí se sabe es que es el retrato de una monja...¡qué cosas!
Molan esas historias reales, la picaresca que haga falta para ayudar a los seres queridos y, en este caso, a un viejo lienzo. Que en medio de una guerra haya gente que aún se preocupe por esas cosas, porque se valoran y se sienten como nuestras.
Buena observación la de Pru, el título resalta jeje
venga ya! síi?? joé... me gusta mucho para un relato...
hola marisa;
estas historias diminutas ni siquiera tienen valor de «cultura»..
besos,
hola pru;
ojalá fuera tan fácil que te excomulgasen (http://lasgatasmad.blogspot.com/2007/10/socorro-cmo-se-sale-de-aqu.html)
bsos,
hola conso;
¿el retrato de una monja? eso tienes que contarlo algún día :)
bsos,
hola julián;
estos pequeños detalles me gustan, me recuerdan que, por encima de todas las visicitudes que traiga la vida, seguimos siendo humanos..
bsos,
hola gatita;
pues escríbelo, te sobra talento para ello :)
bsos,
Lo repasé de nuevo... :)
hola pru;
finalmente el Tribunal Supremo anuló la sentencia de la Audiencia Nacional, que obligaba al arzobispado de Valencia a anotar en el libro de bautismo la voluntad de dejar la iglesia.
según el Supremo, los libros de bautismo no son ficheros tal como los entiende las ley de protección de datos
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