sábado, 10 de mayo de 2008

folía


desde la cubierta de un barco contempla el relieve de su tierra, desde una perspectiva diferente a la habitual. Intenta grabar en su memoria cada detalle de la estampa que lo rodea: suaves montañas de picón, pequeñas casas blancas, iluminadas tenuemente por lámparas de gas, altas palmeras cargadas de carnosos dátiles. También guarda para sí el intenso aroma a sal proveniente del mar, el suave olor del pan recién hecho, el grito divertido de los niños al chapotear en la playa y el perfume de su tierra calentada por un sol que aún duerme.

Las suaves aguas del Atlántico auguran una buena travesía hacia tierras extrañas. Como equipaje lleva una pasaporte con una bandera extranjera, una muda limpia y el corazón roto. Atrás queda su familia, sus amigos, la mujer que le ama y también el hambre y la miseria que le obliga a abandonar su terruño. El barco zarpa sin demora, dejando una larga estela, mientras la silueta de la isla se difumina. Un llanto seco ocupa su garganta. Ha abandonado sus raíces, dejando atrás lo poco o mucho que tenía. No sabe qué le depara el futuro y ni siquiera si volverá.

En un país de emigrantes trabaja de sol a sol. Con la mirada puesta en el horizonte que le oculta a la vista su patria. De la nostalgia y la melancolía de todos los desplazados nace la llamada folía: canción de cuatro tiempos, formada por una triste letra que expresa de forma desgarrada el sentir por la lejanía de las Islas Canarias, el recuerdo, la añoranza y la esperanza de volver a ver su costa antes de morir. Es la canción del desplazado, del pueblo canario que por definición es emigrante.

ronronea: atis

6 maullidos:

dintel dijo...

Jo, he empatizado mucho. Ahora me he quedado un poco chof.

Morgana dijo...

que me gustas cuando escribes (y describes) lo canario, me emociona. Te leo y me reconozco. Siempre te lo digo y te lo vuelvo a decir: gracias.

Un beso

marisa dijo...

sabes? el pueblo andaluz también es emigrante por definición, algunos nos resistimos, pero cuesta.. pensar que la riqueza y las oportunidades de trabajo se concentran en puntos concretos, donde se nos explota haciendo azulejos, zapatos y muebles en el levante, mientras se escucha de fondo "qué gracioso habla.." cuánto se debe sufrir lejos de casa..

Anónimo dijo...

Hola Dintel,

Esa sensación melancólica es la que me embarga cada vez que evoco esa tierra.

Besos de volcán

Anónimo dijo...

Hola Morgana,

Mi narrativa se alimenta de los recuerdos de ese rincón en el mar.

Besos de arena y sal.

Anónimo dijo...

Hola Marisa,

El pueblo canario ha sido emigrante durante generaciones: a principios del siglo XX Cuba fue nuestro segundo hogar. Después vino Venezuela a mediados de los los años 50, por eso se llama a Venezuela la octava isla. En los años 70 Argentina. También hubo una importante emigración hacia El Aaiún y Alemania. Por último Canarias se ha cerrado sobre si misma y ahora sólo salen unas pocas personas impulsadas por su curiosidad e inquietud.

Besos de una emigrante