el atracador

la ciudad sólo podía ser mujer, y eso es bueno, porque las mujeres son tu negocio.

tú conoces su cabeza echada en la suave hojarasca otoñal, Riverhead y el parque. Tú conoces la rotunda curva de sus senos allá donde el río Dix la moldea con brillante seda azul. Su ombligo te parpadea desde los muelles en Betthow. Tú conoces íntimamente los lomos gemelos de Calm's Point y Majesta. Es una mujer, es tu mujer, y en otoño se perfuma con el mezclado aroma de humo de leña y dióxido de carbono, el olor almizclado y rancio que emana de sus calles, de sus máquinas y de su gente.

la has conocido al despertar, fresca, limpia y silenciosa. Has visto sus calles desnudas, has oído el sordo murmullo del viento encajonado en las calles de Isola, la has contemplado mientras se desperezaba y vivía.

la has visto vestida para el trabajo y la has visto vestida para la diversión, la has visto esbelta y suave como una pantera en la noche, brillando en sus pieles los reflejos de las luces que parpadeaban en la bahía. La has conocido bochornosa y petulante, capaz de amar y de odiar, desafiante y sumisa, cruel e injusta, dulce y punzante. La has conocido en todos sus humores y en todos sus caprichos.

es grande y extendida, y sucia algunas veces, y también algunas veces grita de dolor o gime en éxtasis.

pero no podía ser sino una mujer, y eso es bueno porque las mujeres son tu negocio.

eres un atracador.

(Ed McBain)

ronronea: wanderlust