más reliquias escatológicas

con el único fin de agilizar mi excomunión ―se ruega a los visitantes eclesiásticos referirse a este artículo―, enumero a continuación algunas otras santas reliquias veneradas por la iglesia católica:

• la cola del asno que llevó en sus lomos a Jesús
  conservado en el Museo Pío-Clementino de Roma.
  la cola es del asno, no de Jesús.. Jesús sólo nos dejó su prepucio.



• la columna sobre la que cantó el gallo de San Pedro
  venerada en la iglesia de San Marcelo, Roma.
  se sabe que es la auténtica porque está sembrada de cagadas de pájaro.. ¡y no fueron las palomas!



• el corazón y la lengua de la virgen María
  ambos conservados en el mismo relicario, en la iglesia de San Pantaleone, Roma.
  a saber de qué desgraciada serán estos despojos.. ¿alguna bruja asesinada por la inquisición?



• un estornudo del espíritu santo
  fue encerrado en una botella y venerado durante siglos en la iglesia de San Frontino. Actualmente se encuentra en el sancta sanctorum del Vaticano.
  la gripe aviar vino a desvelar la auténtica naturaleza del espíritu santo: ¡era un pollo!



• la leche de la virgen María
  se conserva en varios lugares, como la catedral de Oviedo o la iglesia de Santa María de Popolo, en Roma.
  es decir, la leche del pecho de la virgen María.. no, así tampoco, vamos a intentarlo de nuevo.. la leche con la que la virgen María amamantó a Jesús.. ¡madre mía, peor y peor!



• plumas de los ángeles Gabriel y Miguel
  veneradas en Liria. picarones..



• el santo ombligo o santo cordón umbilical
  venerado en la iglesia de Santamaría de Popolo, Roma.
  ¿y qué hay del santo himen? (ups, perdón, que era virgen)



• un suspiro de San José
  guardado también en una botella y depositado por un ángel en una iglesia cercana a Blois, se conserva en el sancta sanctorum del Vaticano.
  ¡pobre hombre! suspiraba por cornudo.. estoy SEGURA que él inventó toda la historia del ángel para evitar que apalearan por adúltera a la casquivana de su mujercita (que en realidad se lo hacía con el herrero)



• trece lentejas de la última cena
  conservadas en el sancta sanctorum y en el Museo Pío-Clementino de Roma.
  que se las den a las familias más desfavorecidas, cargadas de niños y que no pueden usar métodos anticonceptivos sólo porque, entre otras desgracias, son católicas.

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