después de ojear el Maus de Spiegelman (que debería ser lectura recomendada en todos los colegios), he sentido curiosidad por la suerte de las lesbianas durante el III Reich.
Al parecer apenas existe documentación, porque las mujeres no estaban incluidas en el párrafo 175 del código alemán, que constituía la base legal para la represión de la homosexualidad. Las lesbianas llevaban generalmente en los campos el triángulo negro de «asociales» (junto a mendigos, parados, prostitutas, etc).
Sin embargo, se sabe que la persecución fue cruel. Cuando Hitler llega al poder en 1933, las incursiones en los alegres ―y numerosos― bares lésbicos de los años 20 se hacen tan frecuentes que son rápidamente cerrados. Queda prohibida la prensa lésbica, las asociaciones son disueltas, y los nazis elaboran listas de lesbianas. Se vive en el miedo a la denuncia, que supone la deportación a un campo de trabajo.
En el campo de trabajo de Bützow (ex RDA) existen bloques reservados a las lesbianas, y se incita a los presos a violarlas. En el campo de mujeres de Ravensbrück, las lesbianas llevan un triángulo rosado con la sigla «LL» (Lesbische Liebe, amor lésbico). En el campo de trabajo de Flossenbürg son obligadas a prostituirse en los burdeles.
A falta de cartas, actas y demás documentos, la historiadora alemana Claudia Schoppmann ha hecho un trabajo valiosísimo recogiendo testimonios directos de las víctimas del Holocausto.
Por ejemplo, un hombre llamado Erich H. conoce a Else (apellido desconocido) en Flossenbürg en 1943. Else trabajaba en Potsdam como camarera y vivía con su amante. La policía se la lleva por lesbiana, pero es registrada en el campo de Ravensbrück como «asocial». Más tarde la trasladan a Flossenbürg, donde la fuerzan a prostituirse en el burdel del campo durante seis meses. Al cabo de este tiempo es trasladada nuevamente a Auschwitz, y muere en la cámara de gas.
Henny Schermann y Mary Pünjer fueron internadas en Ravensbrück en 1940. Las dos son víctimas del famoso médico nazi Friedrich Mennecke, quien las declara «indignas de vivir», al igual que decenas de miles de sus otros pacientes. Mennecke describe a Henny como «lesbiana compulsiva, que frecuenta exclusivamente bares y clubes de lesbianas». Sobre Mary dice que es una «lesbiana muy activa, frecuenta constantemente clubes de lesbianas, exhibicionista». Ambas son enviadas a la cámara de gas en 1942.
¿Cuántas sufrieron y murieron durante el III Reich? No hay datos.
Y me duele especialmente que todas ellas eran hijas, madres, hermanas, amantes y amigas de alguien que calló, después de la guerra y hasta el día de hoy.
más información: «Aimée» ha muerto (José Comas, 2006)
ronronea: alia
Al parecer apenas existe documentación, porque las mujeres no estaban incluidas en el párrafo 175 del código alemán, que constituía la base legal para la represión de la homosexualidad. Las lesbianas llevaban generalmente en los campos el triángulo negro de «asociales» (junto a mendigos, parados, prostitutas, etc).
Sin embargo, se sabe que la persecución fue cruel. Cuando Hitler llega al poder en 1933, las incursiones en los alegres ―y numerosos― bares lésbicos de los años 20 se hacen tan frecuentes que son rápidamente cerrados. Queda prohibida la prensa lésbica, las asociaciones son disueltas, y los nazis elaboran listas de lesbianas. Se vive en el miedo a la denuncia, que supone la deportación a un campo de trabajo.
En el campo de trabajo de Bützow (ex RDA) existen bloques reservados a las lesbianas, y se incita a los presos a violarlas. En el campo de mujeres de Ravensbrück, las lesbianas llevan un triángulo rosado con la sigla «LL» (Lesbische Liebe, amor lésbico). En el campo de trabajo de Flossenbürg son obligadas a prostituirse en los burdeles.
A falta de cartas, actas y demás documentos, la historiadora alemana Claudia Schoppmann ha hecho un trabajo valiosísimo recogiendo testimonios directos de las víctimas del Holocausto.
Por ejemplo, un hombre llamado Erich H. conoce a Else (apellido desconocido) en Flossenbürg en 1943. Else trabajaba en Potsdam como camarera y vivía con su amante. La policía se la lleva por lesbiana, pero es registrada en el campo de Ravensbrück como «asocial». Más tarde la trasladan a Flossenbürg, donde la fuerzan a prostituirse en el burdel del campo durante seis meses. Al cabo de este tiempo es trasladada nuevamente a Auschwitz, y muere en la cámara de gas.
Henny Schermann y Mary Pünjer fueron internadas en Ravensbrück en 1940. Las dos son víctimas del famoso médico nazi Friedrich Mennecke, quien las declara «indignas de vivir», al igual que decenas de miles de sus otros pacientes. Mennecke describe a Henny como «lesbiana compulsiva, que frecuenta exclusivamente bares y clubes de lesbianas». Sobre Mary dice que es una «lesbiana muy activa, frecuenta constantemente clubes de lesbianas, exhibicionista». Ambas son enviadas a la cámara de gas en 1942.
¿Cuántas sufrieron y murieron durante el III Reich? No hay datos.
Y me duele especialmente que todas ellas eran hijas, madres, hermanas, amantes y amigas de alguien que calló, después de la guerra y hasta el día de hoy.
más información: «Aimée» ha muerto (José Comas, 2006)
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